Durante los partidos de fútbol, los fanáticos a menudo culpan a las decisiones del árbitro durante todo el juego y, a menudo, lo culpan a él por decisiones controvertidas.
Hay momentos en que las quejas se van por la borda y terminan con agresiones a los responsables de mantener el orden en el campo de juego.
Un hecho similar ocurrió en una reunión de la Liga del Municipio de La Jigua, Copán, Honduras. Un grupo de aficionados entró al terreno de juego para regañar al árbitro tras un polémico partido.
El árbitro, ante las amenazas del público, tomó una decisión que dejó atónitos a todos: sacó un arma para asustar a sus atacantes y así acabar con los cargos.
Según el relato de un testigo presencial, el caos estalló después de que el árbitro no pudo imponer un penalti a favor del equipo que terminó perdiendo el juego.
Esta decisión enfureció a los fanáticos que miraban el partido y en su enojo se acercaron al árbitro de manera violenta y amenazante para reclamar sus fallas.
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Al ver esto, el árbitro sacó su pistola y disparó al suelo a modo de advertencia. Luego, los fanáticos comenzaron a alejarse lentamente en medio de bromas y risas ante la imprudente acción del juez central.
En el video, puedes escuchar insultos de los fanáticos y otros comentarios irónicos para el árbitro del partido.
El evento provocó indignación entre los fanáticos del fútbol en Honduras y rápidamente se volvió viral en las redes sociales.
“Así se silban las fiestas en Honduras”, “por esto nos ven como animales en otros países” y “lo incivilizados que somos en este país”, son algunos de los comentarios que predominan en el video.