Así es como una niña de 11 años sobrevivió a la masacre de un exmarino en Florida - Prensa Libre

Así es como una niña de 11 años sobrevivió a la masacre de un exmarino en Florida – Prensa Libre

La niña de 11 años que sobrevivió a la masacre que mató a cuatro personas, incluida una madre con su bebé en brazos, en Florida reveló que sobrevivió porque afirmó estar muerta, según el alguacil Polk Grady Judd.

El ex marine Brian Riley, con equipo antidisturbios, atacó a la familia en Lakeland, Florida, el domingo pasado sin causa conocida. La pequeña permanece en un hospital de Tampa y su estado es estable, aunque en un comunicado de la familia de la pequeña, explicó que la niña tuvo cuatro cirugías por 10 heridas de bala.

Las autoridades informaron que la niña le dijo a los detectives del condado: «Creo que estoy viva porque me hice el muerto y oré», como describió el sheriff Judd el martes pasado.

Además, la ex Marina Bryan Riley estaba entusiasmada con que hubiera traficantes sexuales en la casa, dijo el jueves el alguacil del área donde ocurrieron los hechos el fin de semana pasado.

El alguacil Polk Grady Judd informó las últimas noticias en una conferencia de prensa el jueves en un caso que ha provocado un alboroto y aún está bajo investigación.

«No hubo víctimas de delitos sexuales en esta casa», señaló Judd, citando las razones por las que la confesión de Riley a la policía lo llevó a la residencia de Gleason.

Riley, un veterano de Irak y Afganistán de 33 años, está detenido sin derecho a fianza y acusado de más de una docena de cargos, incluidos cuatro de asesinato en primer grado por la muerte del juez Gleason, 40, su esposa, 33, sus tres un hijo de un mes y una abuela de 62 años.

En la madrugada del domingo, Riley, quien confesó ser el autor de la masacre cuando fue trasladado al hospital, mientras estaba herido en un enfrentamiento con la policía, apareció armado y drogado con anfetaminas en Gleason’s en Lakeand, en el cual ingresó luego de romper un vidrio con un disparo.

Disparó y mató al perro de la familia y luego a las personas que encontró en su camino, todos en la casa excepto la niña de 11 años, que recibió 10 disparos pero se hizo la muerta y fue asesinada.

Más tarde tuvo un tiroteo con la policía que fue a la casa de Gleason alertados por los vecinos.

Según Judd, Riley, a quien llamó un «cobarde absoluto», disparó más de 100 tiros a la casa y no mostró «ningún remordimiento» por sus crímenes.

Con información de la EFE