Aukus, ¿el inicio de una nueva guerra fría? – Prensa Libre
Hace diez días se creó Aukus, un acuerdo estratégico, político y militar entre Australia, Reino Unido y Estados Unidos, cuyo principal objetivo es garantizar la seguridad en el Indo-Pacífico y mantener una estrecha colaboración entre estos tres países en los campos de la ciberseguridad, la inteligencia artificial y el intercambio de tecnologías de defensa naval.
La alianza también prevé que Estados Unidos suministre a Australia tecnología para la producción de submarinos de propulsión nuclear, que los estadounidenses hasta ahora solo han compartido con los británicos. Además, y aunque esto no se mencionó durante la rueda de prensa inaugural, el objetivo primordial de esta alianza tripartita es contener la proyección del poder chino en el mundo.
El anuncio de la coalición generó revuelo mundial, comenzando por China que, aunque no se menciona entre los objetivos estratégicos del nuevo proyecto, está claro que la misión principal es contrarrestar la influencia desde Beijing hasta el disputado Mar de China Meridional. De hecho, la reacción del portavoz de la diplomacia de este país asiático fue rápida, calificando esta iniciativa de «sumamente irresponsable, que atenta gravemente contra la paz y la estabilidad regionales».
Las reacciones de Europa tampoco fueron buenas, la creación de Aukus se consideró una afrenta, se asombró de no ser previamente informados o consultados sobre esta decisión y de descubrirla solo a través de los medios de comunicación. Sintiéndose sorprendido, desplazado y humillado, al ver que el nuevo grupo los clasifica como poco fiables en el desafío estratégico, político y militar contra China, además de no haber sido tratados como importantes socios y aliados.
A partir de ahora, la UE seguramente tendrá que repensar su política exterior y de defensa, sin descuidar su carácter económico, lo que provocará un cambio radical en la región. Evidentemente, la situación tendrá graves consecuencias entre estos dos grupos, lo que también podría provocar una nueva alianza de países europeos y un reajuste de sus relaciones diplomáticas y militares.
El golpe más duro fue para Francia, tanto que el diario francés Le Figaro consideró esta alianza como «un Trafalgar para la diplomacia francesa», refiriéndose a la batalla de Trafalgar en 1805, que vio la derrota de la flota francesa. El canciller francés describió el anuncio como una «decisión punzante, brutal, unilateral e impredecible». La primera consecuencia de Aukus fue la renuncia de Australia a un megacontrato con Francia, por valor de 50.000 millones de dólares, para la compra de submarinos, que ahora serán suministrados por Estados Unidos y Gran Bretaña.
Este acuerdo es muy peligroso, porque en el último siglo Washington nunca ha estado tan marginado en relación con Europa como lo está hoy. Vemos que está llegando a su fin la fase de plena armonía atlántica que unió a Estados Unidos con el Viejo Continente desde 1945 hasta la actualidad. Por otro lado, comienza una fase que ve a Estados Unidos en agonía en el único sector considerado estratégico y vital, el Indo-Pacífico, en un papel anti-chino y con un único aliado confiable en Europa, la Gran Bretaña.
La creación de esta asociación de seguridad trilateral reforzada ha desencadenado un verdadero terremoto geopolítico, debería tener implicaciones de gran alcance para el futuro equilibrio táctico en Asia y el camino de la Unión Europea hacia la autonomía estratégica. Los expertos ya han llamado Aukus el otro nombre de la nueva guerra fría que podría dividir al mundo entero.