Catalina Briski y un solo de danza teatro como una casa familiar

La actriz y la bailarina. catalina briski describir la obra PaCata, quien creó, dirigió e interpretó, con estas palabras: “Una danza que pretende articular mis más profundas devociones por los amores y los amores que he hecho de la fuerza y ​​​​la fragilidad para vivir sin felicidad, de manera tan sincera”. Hija de la actriz y titular Laura Melillo y del actor y director Norman Briski, Nacido y creado en un hogar inevitablemente teatral. Un destino imperativo pero que os llevará a determinados rodeos; En estos rodeos, sin embargo, el conductor de ninguna manera estará en el punto de partida: “Hay que saber si el teatro fue una herencia o una elección personal. Me alejé un poco de la danza y ahora trabajo con danza teatro.

–¿Cómo fue tu formación en danza?

–La más concreta fue con Diana Ringel en Francia, donde vivió un tiempo. Era una especialización en un lenguaje de danza que fue el más difícil de encontrar en algún momento.

–Estaba ligada a la danza de expresión alemana y también a los métodos de Pina Bausch. La película con Diana no termina muy bien. Ahora te preguntan más por la relación simbólica con el maestro, pero yo vengo de una escuela de este tipo, como la mía o la de Tato Pavlovsky. Esta clase de formación donde lo emprendes todo, sigues el camino que te marca tu maestro, reafirmas tu estética y te adentras en tu mundo. Así plantada, la relación con Diana comenzó a deteriorarse; Hoy también estoy muy feliz con mis maestros.

–¿El rodeo que diste para alejarte del teatro es entonces la danza?

–En un momento también me salté la carrera de artes combinadas, como si no me amenizara en un teatro estudiantil. Después de haber acordado que como bailarina no me vendería en absoluto; aparentemente, era un discurso que había convertido en un arma sólo para mí.

Catalina Briski: “Un baile que pretende expresar mis dedicaciones más profundas”. Foto: María Laura Vázquez/Prensa

–¿Tomaste lecciones con Norman, tu papá?

–Vi mil clases suyas, desde era chica. Pero cuando llegué con otra maestra de teatro, en mi primera clase, oculté mi llamada porque no quería opinar sobre mí; Quería ser como una virgen en este mundo. Algunas clases con el propio padre deberían estar contraindicadas. Puedo ser como un espectador o como un oyente y en una época donde son muchos. Me dijo: “Vete a un burrirte si no te pasas la molestia”. Pero también era una forma de seguro para mi padre, alguien que había trabajado en su oficina como él.

–Dentro del arco de las artes especiales, ¿te identificas particularmente con la danza teatro?

–Las divisiones entre danza y teatro me parecen ridículas; En algunas universidades integradas me resulta mucho más interesante.

–Por ejemplo, en teatro hay algo muy básico: trabajar la inhibición; Lamento que la danza no se vea afectada por este aspecto, como si un bailarín no estuviera inhibido. Desde el punto de vista pedagógico y pedagógico creo que la danza y el teatro están integrados. A veces piensa que el cuerpo del actor es su voz y no está de acuerdo. Como espectador y como intérprete, lo que más me interesan son los lenguajes fusionados. Una representación teatral que era puro texto sin el cuerpo de por medio, me agobiaría. Pero no hay pienso sólo en un cuerpo implicado sino-además entrenamiento.

–¿Cómo definimos el género de danza teatro? Es un término que está muy presente pero con contenidos que difieren entre vosotros. La propia Pina Bausch no es el nombre que se hizo.

–No se trata de fusionar sino, directamente, de no entender la supuesta separación entre danza y teatro. Sólo hay nombres de “teatro físico” que están de moda. Estoy mucho más interesado en asegurarme de que eso suceda. Precisamente, Pina afirmó que “la danza hace visible lo invisible”. Si hay más o menos texto, si hay detenciones, todo esto es anecdótico. Y sobre la frase de Pina, también pienso al revés: hacer invisible lo visible. Hay tantas cosas audiovisuales en la danza y es otro alejamiento.

–El baile que se consume en el celular, en tik tok; nuestros gustos o no, existen; para mí es una representación completamente silenciosa de la danza: todo esto existe, como vienes, algo sin ningún tipo de contradicción y es sólo el mercado que estoy presentando. La danza teatro es una pura contradicción. En una clase podemos trabajar lo “neutral”…

Catalina Briski es actriz, intérprete, docente y directora. Foto: María Laura Vázquez/Prensa

–¿Neutro? ¿Puedes ampliar un poco este concepto?

–Esta es una de las categorías de la investigación teatral. Los estudiantes asocian “neutral” con vacío. No. Es todo lo contrario: se trata de ser la mejor persona, de representar. Este es un trabajo de destrucción que permite destruir hábitos, incluidos los físicos como los que se pueden capturar. Esta ruta de Pina Bausch (nota: de la parte «Claveles», de la coreografía alemana, recurrente en la película de Wim Wenders), se hizo famosa y embellecida por los vestidos de mujer, el mercado de la toma y la transformación en solo un cuadro. Pero en las maravillas de estas bailarinas, tienes tu historia. Es la profundidad que encontramos.

–Desde hace un momento puntual, muchas manifestaciones artísticas se han dado hacia la expresión del Yo: en la literatura, en el teatro y también en la danza. ¿Qué hay de esto en PaCata?

–Levantar el escenario de los descubrimientos de Yo es un problema grave. El género del biodrama, que está muy tragado, me produce un rechazo. El resultado es que el narcisista convierte una vida en un melodrama a partir de lo que no está sucediendo porque es serio. Eso es todo y, al mismo tiempo, defendemos la democracia del teatro: cada uno ponga en el escenario que quiero. Pero crea PaCata Produje muchas contradicciones porque precisamente está en juego la primera persona.

– ¿Por qué aspectos de tu vida están presentes?

–Pero no es un informe, no soy yo. Seguro que pediré algo más pequeño, más íntimo, algo que tomaré con sinceridad. Bailar es una oferta y no es decirle al espectador “vení a ver mi historia” sino “compartamos”. Y sus dedicatorias poéticas. Sólo hay una parte, y siempre una que se quiere eliminar, respecto a una anécdota; Dado que la danza es una metáfora y puede producir distancia repetidamente, debe incluir este momento, que no dura más de un minuto. Y en otra escena, mi madre leyó un texto sobre mi propia parte. Osea mucho amor y recuperación en esta sociedad es potente porque hay una falta de comprensión hacia las mujeres de Parimos, hacia la que es su madre, además de este tipo de modas para no tener hijas.

–¿A quiénes están dirigidos por estas dedicatorias poéticas?

–Se dedica una escena a mi papá, mi mamá y mis hermanas. Por otro lado, el río –las islas Tigris están muy ligadas a mi infancia–; Hay escenas dedicadas a mi hija, a la desobediencia y al baile. Además, en un manifiesto como el de León aparece algo más vinculado políticamente a este aspecto de mi vida.

–¿Entonces finalmente PaCata ¿Es esto un biodrama?

–Camuflado en forma de dedicatorias.

*PaCata Presentará los domingos el día 18 en el Teatro Cooperativa Perra, Bonpland 800.