Cid Gallup: el 76% de los nicaragüenses cree que el país va en la «dirección equivocada»
La corrupción en los gobiernos de Daniel Ortega y Rosario Murillo es el principal problema que enfrenta Nicaragua, dicen los nicaragüenses entrevistados por la firma costarricense CID-Gallup. Según la encuesta de opinión pública realizada en septiembre, el 32% de los consultados coincide en que el problema prioritario en Nicaragua es la corrupción dentro del gobierno.
La investigación indica que los nicaragüenses hablaron en particular «del encarcelamiento de los presos políticos, que son aquellos que aspiran o podrían aspirar a una elección en las próximas elecciones, cualquiera que sea su cargo, así como de la percibida inacción de los funcionarios públicos en acciones que benefician a la población para enriquecerse ”.
Otro de los principales problemas denunciados por los encuestados es “la falta de empleo formal, que ha favorecido el crecimiento del autoempleo, tanto de hombres como de mujeres”. El estudio señala que el 21% de los consultados por CID-Gallup identificó el desempleo y la falta de fuentes de empleo como el principal problema en Nicaragua.
El alto costo de vida (16%), la pandemia de covid-19 (12%) y la inseguridad ciudadana (7%) también fueron mencionados entre los problemas prioritarios que enfrenta el país.
CID-Gallup especifica que la recolección de información de la Encuesta Nacional de Opinión Pública de Nicaragua No. 100, a la cual CONFIDENCIAL tuvieron acceso, se llevó a cabo en el período del 14 de septiembre al 4 de octubre de 2021, en una muestra de 1.200 adultos y utilizando un teléfono móvil.
Nicaragua está «en la dirección equivocada»
La población en general, según el estudio CID-Gallup, mostró «un estado de ánimo pesimista sobre la dirección que está tomando el país». El 76% de los que participaron en el análisis indicó que el país va «en la dirección equivocada», sólo el 22% consideró que se está siguiendo el camino «correcto».
El descontento reflejado en 76%, lo que indica que el país va en la dirección equivocada, supera incluso los resultados de los últimos 10 años, que registraron promedios entre 50% y 65%.
La encuesta indica que la posición está «generalizada en las dos regiones de análisis: Managua y el resto del país, y especialmente entre los informantes de 25 y más años».
Dice que en el caso de los simpatizantes del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el 57% está de acuerdo con la forma en que se está desarrollando el país.
La encuestadora también consultó a los nicaragüenses sobre los temas familiares que más los afectan, destacando nuevamente entre ellos la falta de fuentes de empleo. El análisis muestra que los principales afectados son los habitantes de fuera de la capital, entre estas mujeres de todas las edades y estratos educativos en proporciones similares.
El impacto de la pandemia, especialmente en la capital; el costo de cubrir las necesidades básicas porque el dinero no es suficiente; y el aumento de la delincuencia y la violencia en los barrios o comunidades donde viven también se encuentran entre los problemas familiares mencionados por los encuestados.
Ven «poca o ninguna probabilidad» de que el gobierno resuelva sus preocupaciones
Siete de cada diez adultos nicaragüenses, el 78% de los encuestados, consideran que es “poco probable o nada probable” que sus problemas o necesidades sean atendidos por el régimen de Daniel Ortega. El gabinete costarricense explica que este grupo mayoritario «se distribuye por todo el país en proporciones similares» y en todas las cohortes de análisis.
La encuesta menciona que hay una minoría optimista, que se puede encontrar especialmente entre los seguidores del sandinismo. El 28% indicó que es «muy o algo probable» que sus problemas sean resueltos por el gobierno de turno.
La encuestadora también consultó a los nicaragüenses para conocer su opinión sobre la democracia, dándoles la opción de elegir una de tres frases, destacando entre los resultados, con el 57% de los encuestados, «La democracia es mejor que cualquier tipo de gobierno».
CID-Gallup dice que la opinión ha aumentado en ocho puntos en el último año, especialmente entre los hombres o los mayores de 25 años. Sin embargo, mencionan que algunos consideran que, para gobernar el país, es preferible el autoritarismo en determinadas circunstancias, destacándose este último entre informantes con educación primaria y secundaria, mujeres, seguidores del Frente Sandinista.
Durante los últimos tres años, el régimen de Ortega ha sido criticado por organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos por violar los derechos y libertades de los nicaragüenses. En 2019, Nicaragua incluso fue nombrada la democracia más regresada de la región latinoamericana, según el Barómetro de las Américas, elaborado por el Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP).
El 61% de los nicaragüenses conocen a alguien o han sido afectados por covid-19
Dado el actual contexto de pandemia en todo el mundo y la preocupación que ha suscitado por el impacto que ha tenido en Nicaragua, desde marzo de 2020, el gabinete CID-Gallup también ha consultado a los nicaragüenses sobre el impacto de la pandemia.
El estudio encontró que el 61% de los encuestados conoce a alguien o se ha enfermado de covid-19. Solo el 39% dijo que no conocía a nadie o que no había sido infectado con el nuevo coronavirus.
En cuanto al programa de vacunación que lleva a cabo el Ministerio de Salud (Minsa) y la administración de Ortega-Murillo en Nicaragua, la mayoría de los nicaragüenses consideró que «el problema de las infecciones no se atendió a tiempo».
La encuesta menciona que los consultados incluso señalaron que el gobierno, al no aceptar la pandemia, «promovió y alentó multitudes en desfiles, participación en eventos políticos y reuniones, como la realización de ferias. Fines de semana».
El estudio destaca que la población valora como «muy malo» (32%) el programa de vacunación que lidera el gobierno de Ortega-Murillo. Luego, aunque en un porcentaje menor, hay un 23% que lo considera «bueno», un 10% «muy bueno» y un 23% «ni bueno ni malo».
Tras el inicio del programa de vacunación en Nicaragua, la población se quejó públicamente – a través de redes sociales y medios independientes – por la falta de información, el reducido número de centros autorizados para la vacunación, y la aglomeración que se promueve, desorden en los horarios de vacunación, y las pocas dosis que se envían a los servicios.