Cobertura insuficiente del servicio de salud - Prensa Libre

Cobertura insuficiente del servicio de salud – Prensa Libre

Si la aparición del coronavirus mostró la necesidad de contar con sistemas de salud fuertes capaces de hacer frente a una pandemia, también destacó las desigualdades en el acceso a la atención de salud entre países, y las brechas que existen en el interior, no todos tienen la misma oportunidad de buscar tratamiento. . .

El domingo 12 de diciembre se conmemoró el Día Internacional de la Cobertura Universal de Salud, fecha para reflexionar sobre la importancia de garantizar el derecho y el acceso a una salud de calidad para todos, para lograr su desarrollo y bienestar humano, según lo discutido por el Pan Organización Americana de la Salud (OPS). Este año, el lema es «Sin dejar atrás la salud individual: invertir en sistemas de salud para todos».

Según Zulma Calderón, promotora de salud de la Defensoría del Pueblo, la cobertura es uno de los indicadores más importantes que muestran cuán injusto e inequitativo es el sistema de salud en Guatemala, donde la mayoría de la población no tiene acceso a la programas más básicos.

Cuando la salud es un derecho fundamental, los guatemaltecos tienen que pagar la atención y los medicamentos porque no hay suficiente capacidad en el estado para garantizarlos sin costo para el usuario. El 58% del gasto en salud proviene de los bolsillos de la población.

La inversión del país en salud es del 2,2% del producto interno bruto (PIB), mientras que el 6% es el mínimo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que limita la igualdad de acceso a la atención médica.

Alrededor del 70 por ciento de los guatemaltecos recurren al sector público, pero su cobertura es baja. En 2018, había 0,9 departamentos en la red del Ministerio de Salud por cada 10.000 habitantes, y para cubrir el mismo número de personas, había 3,4 médicos, 1,82 enfermeros profesionales y 12,45 auxiliares de enfermería. Con una infraestructura y un personal sanitarios limitados, es difícil que la atención llegue a las zonas más remotas del país.

Solo el 18 por ciento de la población cuenta con seguridad social y una cuarta parte de los guatemaltecos tiene algún tipo de seguro médico.

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Calderón destaca que los sistemas de salud más robustos son aquellos que tienen en sus políticas públicas el respeto al derecho humano a la salud, y reconocen que es un derecho universal, pero en Guatemala esto no sucede y se ha convertido en un privilegio para unos pocos. .

“Nuestro sistema también está centralizado, solo para quienes viven en áreas urbanas, quienes tienen las posibilidades económicas o los recursos para acceder no solo a los servicios de salud sino también al tratamiento”, agrega.

En el país, el énfasis ha estado en el financiamiento de la enfermedad, una reestructuración del sistema de salud basada en que los servicios deben articularse con un sistema de prevención fuerte, es uno de los desafíos para avanzar hacia la enfermedad. acceso a la salud, explica el defensor de la PDH.

El informe Agenda de Desarrollo: Salud y Nutrición, elaborado por el Centro Nacional de Investigaciones Económicas, establece que el principal desafío que enfrenta el sistema de salud guatemalteco es «hacer la transición de un sistema impulsado por enfermedades a un sistema impulsado por la salud», en qué enfermedades se evitan, con especial atención a la población más vulnerable que reside en las zonas rurales.

La pandemia dejó en claro que Guatemala no estaba preparada para una crisis de salud de este nivel, pero también debería haber sido una oportunidad, según Calderón, para trabajar en el fortalecimiento del sistema público de salud, que garantice el acceso y cobertura a todos los guatemaltecos. Sin embargo, no hay señales de cambio.

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