Estas son juntas esenciales y están expuestas a cargas pesadas. Esto, a corto o largo plazo, se siente a través del dolor de rodilla. Según el cirujano Tobias Jung, estos pueden dividirse aproximadamente en dolor traumático después de accidentes y enfermedades crónicas, nuevamente según la edad.
También es posible que el dolor crónico pueda provenir de un accidente, dice Jung, jefe de cirugía de trauma y ortopedia en el Hospital Charité en Berlín, Alemania.
El ortopedista Dieter Wirtz indica que este dolor puede tener los más diversos orígenes. Por ejemplo, el desgaste del cartílago, que a su vez conduce a algún tipo de reacción infecciosa en la articulación. “Se produce más líquido, las articulaciones se calientan, se hinchan y duelen”, explica el especialista.
También un cambio en el ángulo de las piernas, es decir, el genu valgo (piernas en X) o el genu varo (piernas zambas), es una causa común del desarrollo del desgaste.
El exceso de masa corporal también puede tensar las rodillas.
Las articulaciones de la rodilla son los sismógrafos del sobrepeso, dice el Dr. Tobias Jung.
Otra posible causa de dolor de rodilla son las enfermedades reumáticas y los procesos infecciosos asociados a ellas.
Y luego, por supuesto, están las lesiones deportivas o los accidentes. En tales casos, el menisco a menudo se ve afectado, dice Jung. Pero también son posibles los desgarros del ligamento cruzado o los ligamentos laterales. A largo plazo, también pueden provocar osteoartritis.
Las causas del dolor
Lo que está claro es que cuando se produce un dolor de rodilla hay que detectar su origen. Para ello, es importante tener un historial médico detallado, dice Dieter Wirtz. Significa mirar en profundidad la historia del paciente para sacar conclusiones.
Según Tobias Jung, las preguntas decisivas son: ¿el dolor proviene localmente de la articulación? ¿O es más un síntoma de problemas con la articulación de la cadera, la pelvis, la articulación sacroilíaca o la columna vertebral? En el caso de las niñas, el malestar suele estar en estas zonas y se irradia hasta las rodillas.
¿Terapia conservadora o cirugía?
Cuando se detecta el origen, es necesario afrontar el tratamiento. Muchas veces, pero no siempre, esto se puede hacer sin cirugía. «Las lesiones de los tejidos blandos alrededor de la rodilla, los desgarros musculares o los problemas de los tendones se pueden tratar de forma conservadora, por ejemplo, con fisioterapia», dice Dieter Wirtz.
¿Y cuando deberías operar? «Recomendamos la cirugía cuando está claro que con una alta probabilidad no obtendremos el mismo resultado con un tratamiento conservador que con una operación», explica Tobias Jung.
Prótesis de rodilla y células madre
En caso de artrosis, la artroplastia de rodilla puede ser una solución, siempre que ni la fisioterapia ni los analgésicos, las inyecciones o los vendajes mejoren la situación y el paciente ya no pueda moverse bien. “De esta manera, se logra un alto grado de alivio del dolor, movilidad y calidad de vida”, dice Wirtz.
La terapia regenerativa, por ejemplo con células del propio cartílago, podría considerarse en caso de daño local del cartílago y una articulación por lo demás sana.
Sin embargo, Tobias Jung advierte: para hacer esto, primero deben resolverse las causas. Si el daño del cartílago, por ejemplo, es el resultado de otra lesión, no sanará si no se resuelve el problema original.
Pero independientemente del tratamiento elegido, y en el mejor de los casos, la vida puede continuar como de costumbre, pero sin dolor en las rodillas.