Crimen y abuso en nombre de Dios – Prensa Libre
En todo el mundo, el nombre de Dios se usa cada vez más en política. Los políticos tejen una maraña para construir regímenes con mensajes divinos y esto se hace porque creemos en los mensajes divinos por dogma y no somos debatidos. Jair Bolsonaro, en Brasil, es un ejemplo de lo dicho: “Esta misión de Dios no se elige, se cumple”, “Brasil y Dios sobre todo”. Con estos mensajes, es un referente para la extrema derecha latinoamericana.
Aquí en Centroamérica, Rosario Murillo, la verdadera potencia nicaragüense, a pesar de sus claras tendencias esotéricas y de otro tipo, distribuye mensajes cristianos: “Camaradas, así trabajamos con fe, con esperanza, reconociendo la voz de Dios. Reconocer el gran poder de Dios para reconocernos como frágiles, humildes, modestos, porque ¿qué somos sin Dios, quién es el que nos fortalece y el que nos da coraje, coraje, vigor y gloria? (Palabras extraídas del informe El País).
El sandinismo “triunfó” en las recientes elecciones y las vallas publicitarias de todo el país decían: Nicaragua ha sido bendecida, prosperada y en Victoria. Cristiano, socialista y unido. Donald Trump, quien en su vida demostró todo menos el temor de Dios, como candidato, primero, y como presidente, después, se convirtió en el ungido de los sectores cristianos más conservadores y destacó: «Si Biden gana las elecciones, lastimaría a Dios. . . «.
En la teología cristiana, y particularmente en la católica, se trabaja mucho en torno al respeto por la autoridad. Santo Tomás, citado por Rodrigo Borja en referencia a la Teocracia en su Enciclopedia de la Política, declaró que la obediencia a los mandatos del gobierno es un deber religioso y que «el fin del Estado es la educación del hombre. Para una vida virtuosa y, en definitiva, una preparación para unirse con Dios ”.
En nuestro país, el Partido Unionista ha adoptado el lema que el dictador dominicano Leonidas Trujillo impuso a la Liberación: «Dios, Patria, Libertad», sin tener en cuenta el pasado vergonzoso que el ex Movimiento de Liberación Nacional le dio a las libertades, pero también encontramos los diputados de la UCN en constante clamor a Dios, tanto dentro como fuera del Congreso.
El nombre de Dios siempre se ha utilizado para guerras y abusos; Sin embargo, ahora vemos que cualquier tipo de político reclama su protección para ser aceptado, y si a esto le sumamos la proliferación de iglesias, la ausencia de mensajes unificadores, la pobre preparación de muchos responsables de transmitir el mensaje, la inexistente control del dinero Para el crimen organizado, existe una excelente estrategia para pervertir un mensaje de amor como el de Dios en todas las religiones.
Le gouvernement de Jimmy Morales, le « président le plus loué de l’histoire », est un exemple pour travailler pour un véritable État laïc, sinon les forgés seront des milliers de fidèles renonçant à leur foi en corroborant le comportement de leurs pasteurs et guides al poder. No es un placer que el expatriado Efraín Ríos Montt haya sido acusado de realizar prácticas genocidas.
Debemos “dejar que Dios sea Dios”, como decía Carlos González Vallés en su libro. En definitiva, creer en Dios es un acto de libertad, o tendremos una extrema derecha como la de Bolsonaro o un traidor a su propia revolución como Ortega, volviéndose a Dios para escapar del debate, el control del poder, el liberalismo, a la transparencia en la gestión, pero sobre todo sus propios límites constitucionales, pero, más grave aún, sectores del poder o criminales de todo tipo se entronizan en las organizaciones religiosas para obtener la protección del Estado y este Dios, ciertamente, odia y rechaza.