Llegamos justo a tiempo para ver el globo hinchado” dice orgullosa lucia evangelista ante la gran obra de Juliana Iriartque ocupa buena parte de la plaza flamenca del Galería Moriaun gran piso del edificio Bruno ubicado en San Telmo, al que se accede a través de un recibidor estilo loft neoyorquino.
Lucía ya no es sólo la directora de la galería que, desde hace siete años en 2024, también es su madre protectora. Inicialmente concebido de forma espontánea con el artista. Santiago Paredes (curiosamente en el mismo barrio) todos los demás dos casas en villa crespohasta que hace unos meses apareció una oportunidad única. “El crecimiento de Moria fue muy orgánico. Empezamos a trabajar en el estudio de Santi haciendo exposiciones para amigos y fiestas con obras de pequeño formato, hasta que en 2019 tuvimos la oportunidad de ocupar una casa en la calle Apolinario Figueroa. Fue un año muy importante porque era la primera vez que participamos en Arteba, lo que nos permitió organizarnos, montar una página web, pensar en un calendario de eventos e integrar a los tres primeros artistas en el staff. Los saltos te ayudarán a pensar en tu identidad”, explica.
Con la pandemia se produjo una tercera ola que llevó a la búsqueda de opciones entre los artistas Celina Eceiza Y juan reos, que buscaban un taller. Thames era una potencia colectiva y una época en la que la galería creció enormemente. También fue un desafío para Lucía que entonces era la única directora. “Me permití aprender más sobre las expresiones y fue un cambio de paradigma. Estábamos entre los que nos presentaron a los más grandes y grandes artistas a través de ellos”.
Pero este no fue el capítulo final de Moria, ya que el año pasado la necesidad de movimiento volvió a abrir la puerta. Luego subirán al escenario. Martín Nucilloque buscar un lugar para albergar a tu recopilación (Diego y Martín) fue escrita en un 80% por mujeres artistas que se han establecido desde hace una década entre Nueva York y Buenos Aires, con una identidad que gira en torno al arte contemporáneo argentino y norteamericano en relación a ejes como el género, la identidad y el consumo entre otros.
Al lanzar la lección “La unión hace la fuerza”, comenzamos a buscar un espacio donde los dos proyectos pudieran dialogar y convivir. La importancia de pensar en estrategias como equipo volvió a convertirse en el mejor recurso para Lucía, quien durante dos meses hizo un trabajo increíble acondicionando y reforzando el gran piso. “La planificación actual nos facilita la gestión de un proyecto porque representa una gran oportunidad. Además, la nueva escala de la galería ya no es sólo una petición para nosotros y los artistas. Estoy feliz y llena de ilusiones gracias a este comienzo”, confiesa entusiasmada.
Moria no sólo regresa a sus orígenes chino-estadounidenses, que forman parte de un circuito de galerías que reaparecen en San Telmo luego de años de ausencia. La primera vista muestra que esta casa se siente muy bien.
Los proyectos se celebran con amigos.
Mantener el objetivo de realizar exposiciones individuales, Mansedumbre de espíritu de Juliana Iriart abre la temporada. “Cuando Lu me dijo que estaba buscando un espacio, comencé a pensar en qué recursos podría haber utilizado incluso si la ubicación no apareciera. Así fue como se utilizó la música como herramienta, algo que estaba muy dentro de mí. Mi primer encuentro con el arte fue a través de la danza cuando era muy joven, porque siempre estuve informada sobre el sonido. Incluí esta obra en el repertorio de La Poète menteuse, seudónimo que le di al corazón para inspirarme a cantar, algo que de otra manera sería fuerte, y tenía que ver cómo usar la palabra en todas sus dimensiones. ”.
Juliana inició el proyecto hace años, organizando al poeta de ficción, el poder de contar cuadros al ser escuchados, ayudan a las personas a recrear imágenes en sus mentes. “En este disco cantamos los poemas que escribí para un proyecto llamado Un Solo Corazón, donde invité a artistas a escribir poemas de amor. Desde el principio se tiene la certeza de que la pieza está presente y por tanto puede desarrollarse en el tiempo”.
En la sala principal recibimos cuerpo de aire oscurose trata de un gran globo terráqueo antes mencionado que forma parte de una saga de obras que Juliana viene desarrollando desde 2010 y que les da un borde brillante (y traslúcido en este caso) al aire; este elemento es imprescindible con aquel con el que estamos en contacto permanente y que necesitamos para sobrevivir, sin ser conscientes de su espacio. “Arme estos gatos con papel de regalo muy accesible y luego pegue la ventana o puerta a un espacio con cinta adhesiva. Porque son los aires afectados los que hacen que el globo esté en constante transformación, algo que no puedo controlar”.
Juliana también incluye tres grandes dibujos pintados, obras que resaltan el riesgo que había años atrás, cuando Con experiencia en escultura, creé lo que no podía pintar ni dibujar.. “Siempre preste mucha atención al espacio, porque cuando me encuentro con las láminas esbozadas que forman parte de estas composiciones, encuentro algo que podría sostener el espacio. Gracias, todavía no pensé que fuera bueno”.
A lo largo de toda la figura se planta la idea de que, por definición, El amor une muchas cosas y deja muchas otras.. Sin embargo, Juliana cree que en el amor lo hay todo, por eso realiza cuadros donde todo está adentro, pero sin proponer algo literalmente. Por eso también presento los dibujos y poemas. Al preguntarnos si los paisajes avanzan hacia un lugar concreto, explicamos que en realidad evocan nuestro planeta y su fabulosa posibilidad de ser habitable y de estar vivo. “No importa dónde esté, siempre estoy atenta a la naturaleza”, asegura.
Por última vez una serie de carteles del año 2006donde Juliana hace referencia a una especie de voluntariado que existe cuando en una sola imagen queremos darlo todo, como era el caso por ejemplo del envío de postales a amigos y familiares durante los viajes, con esto se resumía la aparente perfección. Un recurso habitual que, a lo largo de los años, ha resumido la experiencia recogida pero que ha dejado de lado las partes oscuras de los lugares, en la cara B (algo que hoy se reproduce en las redes sociales con los posts). Sobre ellos, Juliana incluye formas negras que no son sofocantes sino que cambian, intrigan y, en sus palabras, “nos asomamos a estos lugares más reales”.
Mansedumbre de espíritu es un reflejo de las múltiples miradas de Juliana y de su capacidad para materializar la poesía, mediante el uso de recursos accesibles, cotidianos y cómodos, con aquellos que nos entretienen y conmueven.
- Mansedumbre de espíritu – Juliana Iriart
- Lugar: Galería Moria, Bolívar 430, piso 2, San Telmo
- Cada hora: del 16 al 20 de septiembre
- Fecha: hasta finales de julio