Dos años y medio y más de 80 reuniones muestran fallas de diálogo con veteranos militares - Prensa Libre

Dos años y medio y más de 80 reuniones muestran fallas de diálogo con veteranos militares – Prensa Libre

Desde 2019, el gobierno ha organizado más de 80 mesas redondas con veteranos militares exigiendo una compensación por los servicios prestados durante el conflicto armado interno. No se ha llegado a ningún acuerdo y, en lugar de resolver el problema, aumentan las tensiones.

El 21 de mayo de 2019, la Comisión de Diálogo Presidencial (CPD) realizó la primera reunión con veteranos militares para discutir la viabilidad de otorgarles una compensación económica por la lucha armada que libraron entre 1960 y 1996. La cifra que piden es de 120.000 Q, de los cuales los pagos podrían dividirse.

Las conversaciones, lejos de generar acuerdos, han llevado a las frustraciones de los militares, quienes aseguran que todos los políticos les han prometido que cumplirán con su demanda, pero eso nunca pasa.

El 19 de octubre, el fracaso del diálogo se transformó en amenazas de violencia por parte de ex militares, destrucción de instalaciones del Congreso, así como quema de vehículos en el interior y agresiones a periodistas que cubrieron los hechos.

Según los archivos del CPD, desde que comenzaron los diálogos en 2018 por parte de los exsoldados, han participado diversas organizaciones, entre ellas la Asociación de Veteranos Militares de Tropas del Ejército de Guatemala (Avemitregua), la Asociación de Tropas Militares el retiro del ejército guatemalteco. (Astregua), la Asociación de Veteranos Unidos, la Asociación de Veteranos de Guatemala (Avemilgua) y la Federación Nacional de Asociaciones de Veteranos.

Desde el principio, la demanda de los militares fue cuestionada porque comprometería los recursos estatales con los que se apoyan los programas de educación o salud, por ejemplo. Sin embargo, Ana Lucía Olmedo, vocera del CPD, dijo que ni el Ministerio de Hacienda ni el Ministerio de Defensa han presentado un análisis sobre la mesa para determinar si la demanda de los excombatientes es económicamente viable.

En cambio, las discusiones se centraron en qué proyecto de ley es más relevante para responder a las solicitudes y preparar listas de supuestos beneficiarios. Todo ello, sin tener una estimación del costo de lo que esto representaría para el Estado o si es legalmente viable remunerarlos económicamente por su trabajo durante el conflicto.

“Por parte de la comisión, tal hallazgo (sobre la viabilidad financiera de la compensación) no se registró. Es en el acta que se solicitó una lista para especificar cuántos ex soldados había, pero no se entregó. No presentaron estas listas ”, dijo Olmedo.

La última reunión del CPD con los militares tuvo lugar el 23 de abril. Decidieron seguir el proceso en la legislatura, pero el proceso aún está abierto en el comité, dijo la portavoz.

Cuando se le preguntó si la PGN participó en el CPD, el vocero dijo que no aparecía en los expedientes si la Procuraduría General de la República, como procuradora estatal, estaba involucrada en las negociaciones. Se contactó con la oficina de comunicaciones sociales de la PGN, pero no hubo respuesta.

Falla

Jahir Dabroy, de la Asociación de Investigaciones y Estudios Sociales (Asies), ve el diálogo como la forma de resolver este tipo de problemas, pero en Guatemala estos han fracasado históricamente porque los actores involucrados favorecen a los individualistas o sectores de interés común.

“Tanto los gobiernos como las organizaciones sociales han tenido una agenda particular por encima de la agenda del país. Al construir el diálogo, un plan de desarrollo nacional debe discutirse con los ciudadanos y todas las acciones deben basarse en él ”, dijo Dabroy.

El politólogo Jorge Aguilar Wong explica que los problemas agravan la tensión porque los gobiernos tienden a instrumentalizar sindicatos como los militares para obtener ingresos políticos en la campaña electoral.

“La gente, obviamente, está decepcionada. Quieren participar en las mesas de diálogo, pero también quieren ver resultados ”, dijo.

El entrevistado considera impracticable la propuesta, ya que estamos en un período de pandemia y los recursos son insuficientes para enfrentar la crisis de salud. Por ello, es un vacío en las mesas de diálogo que aún no han resaltado si es posible o no entregar esta suma de dinero a los militares.

Por su parte, Juan Carlos Zapata, de Fundesa, dice que existen programas sociales y económicos que podrían ayudar a mejorar la productividad de las personas que participan en estas asociaciones.

“A través de asociaciones de cooperativas y medianas empresas se podrían apoyar esfuerzos para mejorar capacidades técnicas, fortalecer procesos que ayuden a mejorar sus ingresos y productividad de una manera más institucional”, explica.

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