El mayor desastre lo provoca la ignorancia – Prensa Libre

El mayor desastre lo provoca la ignorancia - Prensa Libre

Los avisos ambientales han sido cíclicos y los anuncios de acciones para reducir la vulnerabilidad climática han sido recurrentes, contundentes, pero una y otra vez pospuestos por otras prioridades cuya real importancia se desvanece ante los enormes desastres provocados por huracanes o sequías, con todo y pérdidas económicas, competitividad y, sobre todo, vidas.

Si bien se han incrementado los esfuerzos de investigación científica y la promoción académica del análisis del cambio climático, también se han multiplicado los recursos estatales destinados a la aplicación de este conocimiento, la promoción del conocimiento y la aplicación efectiva de la normativa ambiental. Es lamentable decirlo, pero los sucesivos gobiernos llegan con el mismo discurso de la protección de los recursos naturales como tesoro nacional y mundial de incalculable valor. Una vez en el poder, tales planes quedan relegados y el fisco adquiere un precio de mercado que lo hace consumible, negociable y, con él, pérdida irreparable.

En el IV Congreso Nacional de Cambio Climático, más de 50 expertos de diversas disciplinas concluyeron que es necesario promover los descubrimientos científicos a través de acciones concretas para detener la destrucción de los bosques y reducir la contaminación que agrava el efecto invernadero. Guatemala tiene el porcentaje más bajo dedicado a la investigación científica del continente: 0.03% del producto interno bruto. Probablemente esto se deba a que los líderes piensan que la ciencia trata temas muy alejados de la realidad cotidiana y por eso roban sus recursos e ignoran sus hallazgos, por lo que un primer paso en el cambio es reconocer su valor.

En 2017 se establecieron alrededor de 400 ejes de investigación en tres ejes relacionados con el cambio climático: climatología, mitigación y adaptación. Estas son tareas que pueden salvar vidas, cultivos, propiedades y ayudar a transformar la economía en un momento de dinámicas ambientales desafiantes. Se necesitan recursos para apoyar a los agricultores del corredor seco, para reforestar con relevancia biológica grandes áreas que han perdido su cobertura forestal y especialmente para proteger los restos de bosque virgen, como la cuenca El Mirador, sobre la cual oscuros intereses amenazan su preservación.

La competitividad del país es frecuentemente mencionada como un argumento a favor de la tala de bosques, ya sea para la tala, la ganadería, la agricultura o la explotación del subsuelo, pero son falacias que distraen la atención, pues una vez talado, la cubierta fértil del suelo perdura. solo una vez. unos años, luego se convierte en una zona árida. Por el contrario, la preservación proporciona una barrera natural que atrae los ciclos de lluvia, conserva el agua, detiene los deslizamientos de tierra y regula el clima, además de ser un atractivo turístico que puede generar cientos de millones de dólares. Quetzales de ingresos, ya que es un bien escaso. en el mundo.

El clima y los efectos del deterioro climático se han vislumbrado durante más de dos décadas. Cualquiera que piense que la conservación del medio ambiente no es rentable debe recordar nombres como Mitch, Ágatha, Bárbara, Stan, Eta e Iota. En conjunto, han dejado miles de millones de dólares en pérdidas, mayor pobreza y comunidades atrás. Desafortunadamente, hay un momento en que se cree más en las mentiras de la demagogia que en las verdades probadas por la ciencia. Pero este paradigma debe cambiarse.