El poder de la innovación – Prensa Libre
«La mente que se abre a una nueva idea nunca volverá a su tamaño original» es una frase de Albert Einstein y representa a la perfección lo que viví esta semana en Dubai, uno de los siete emiratos que componen los Emiratos Árabes Unidos.
Cuando asistí al 12º Congreso Mundial de Cámaras como delegado de Guatemala, vi de primera mano el asombroso poder de la innovación y su correlación directa con el desarrollo. Durante el discurso de apertura del evento escuché una frase que me llamó la atención: “Haz las preguntas, escucha las opiniones, genera la visión”. Al estar expuestos a una cultura completamente diferente, una mentalidad abierta a las rupturas y mirando al futuro, es inevitable reflexionar sobre la importancia de la innovación para el desarrollo de nuestros países y de la región.
Una pregunta que también escuché de otro expositor en el evento fue: «¿Cuánto tiempo pasamos pensando en el pasado y el presente versus cuánto tiempo pasamos pensando en el futuro?» Y su respuesta fue: «Si pensáramos más en el futuro, no estaríamos buscando la solución al problema de hoy, nos anticiparíamos a los problemas y necesidades, y podríamos generar las soluciones para el mañana».
Esto es lo que han hecho los países y empresas que hoy son referentes en innovación. Y aunque ahora suena cómico, Henry Ford tenía toda la razón cuando dijo: «Si le hubiera preguntado a la gente qué querían, me habrían dicho un caballo más rápido».
La innovación es un factor fundamental para acelerar el desarrollo de forma exponencial. La innovación no es solo tecnología, no es solo investigación y desarrollo; también es una nueva forma de hacer las cosas, así como una forma de hacer las cosas de manera más eficiente. La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual ha generado el Índice Global de Innovación, que presenta el ranking global de 132 economías según su nivel de innovación, basado en 81 indicadores diferentes. En 2021, los países clasificados como más innovadores fueron Suiza, Suecia, Estados Unidos, Reino Unido y la República de Corea. Me pregunto por qué algunos países son más innovadores que otros. Creo que la respuesta comienza alentando la curiosidad, alentando el ensayo y error sin castigo y con perseverancia.
Todos los que somos padres conocemos esta etapa en la que nuestros hijos nos bombardean con preguntas que comienzan por ¿por qué…? Con nuestra respuesta a estas curiosas inquietudes, estamos capacitando a futuros científicos y disruptores.
La misma cultura de innovación puede transferirse a empresas y organizaciones y debe fomentarse. Hay que hacerse las preguntas correctas, hay que escuchar a los diferentes jugadores, hay que atreverse y, una vez dado el paso, hay que perseverar. Roma no se construyó en un día, pero una vez construida sigue siendo una de las ciudades más emblemáticas del mundo.
Extraigo innumerables lecciones de mi visita a Dubai, pero sobre todo me gustaría destacar dos: 1) la importancia de la innovación para el desarrollo y la responsabilidad que tenemos como líderes de promoverla en nuestros espacios. Cambiemos los mensajes en nuestras organizaciones de “siempre se ha hecho” a “¿crees que se puede mejorar? 2) La confianza en el liderazgo de los EAU ha sido esencial para el desarrollo sin división. Los emires dirigen el país como un negocio y no como un sistema político que busca controlar el negocio. La visión a largo plazo del desarrollo es digna de confianza.
Personalmente, sueño con una Guatemala más desarrollada, próspera y competitiva y no tengo ninguna duda de que la innovación y el desarrollo indiviso son la clave para ello.