El mayor desastre lo provoca la ignorancia - Prensa Libre

Entre la improvisación y el disparate – Prensa Libre

El Departamento de Desarrollo Social (Mides), a través de 40 comedores populares repartidos por todo el país, sirvió cerca de tres millones de raciones de alimentos. Aproximadamente 300 personas al día comen estos platos. Mucho esfuerzo por poco resultado. Abogar por el cierre de estos restaurantes oficiales no es el caso; sino resaltar la falta de sentido para erradicar la falta de empleo o compensación por aportes estatales. Es una cuestión de concentración, que se resume en los repetidos consejos de aprender a pescar y no dar pescado a los necesitados.

Falta de trabajo, trabas a la formalización de negocios, corrupción y disfunción de las administraciones públicas, falta de evaluación de los servicios de salud, educación, transporte y vivienda apoyados con fondos o grandes subsidios públicos, deben ser discutidos y abordados las propuestas ciudadanas, para que la autoridad electa decide el procedimiento a seguir durante su mandato. Al mismo tiempo, las nuevas personas designadas por elección decidirán sobre nuevas propuestas, modificarán los programas o los mantendrán sin cambios.

Por el contrario, los excesos de los manifestantes, el ataque a la policía, se convierten en sujetos de análisis. En muchos casos, como el reciente asalto al Congreso, los funcionarios gubernamentales han demostrado una falta de competencia para predecir el curso de las protestas. Esta improvisación termina con heridas en la fuerza policial. Los arrestos posteriores de confidentes y las disputas locales produjeron presos clasificados como políticos.

Quizás puedan explicar la implicación irresponsable de grupos arrastrados. El desconocimiento de la visión de futuro de sus líderes los lleva a convertirse en piquetes, a liderar protestas ajenas a sus demandas más sinceras. ¿Qué están haciendo los vecinos a varios cientos de kilómetros de la zona, especialmente en Totonicapán, que alegan asuntos de Izabal?

A nadie se le niega participar y expresar su punto de vista, pero caminar o realizar sentadas no expresa ciudadanía, es más como una bandada de gansos. La ausencia en la presentación de las motivaciones para participar en manifestaciones y finalmente explicar el motivo de la deriva de la protesta hacia enfrentamientos violentos.

Las reglas de consulta sobre una actividad minera, forestal o de aprovechamiento del agua deben ser previas y anunciadas. Ocultar las decisiones del gobierno para autorizar cierta explotación económica solo produce enfrentamientos. Peor aún, cambiar las reglas, el alcance territorial de la consulta o la exposición de las partes a sus criterios de relevancia o irrelevancia confunden a los interesados ​​en el tema. Estos cambios ocurren con mayor frecuencia cuando un partido se siente perdido, tiene la intención de desafiar a los que se salvaron, expandir los municipios o tomar en cuenta las alianzas nacionales o incluso internacionales. Peor aún, caer en la guerra legal o en la ley, a través de la judicialización de los asuntos políticos.

El desempeño de bajo nivel se manifiesta en la política. Siempre habrá contreras, envidiosos, mezquinos y otros comentarios despectivos. Tales calificativos tienen su origen en el hecho de que existen acciones desprovistas de virtudes cívicas. En una democracia también hay buena voluntad, partidarios sinceros y desinteresados; pero no podrán ganar por eso. A veces, la decisión de la mayoría es incorrecta. Se paga caro y hay que esperar a que la ciudadanía lo remedie. Cuando esto no sucede, se abre el camino hacia la descomposición y la degradación. Como está pasando en nuestro país.


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