Entre marionetas y sombras – Prensa Libre
El pasado fin de semana se cumplieron dos semanas desde que se encontraron los cadáveres de Paola Rímola Samayoa, María José Echeverría Duarte y David Eliseo Fuentes Medina. Este último fue encontrado en la vía a Taxisco, Santa Rosa; Rímola Samayoa, en el kilómetro 166, vía al Pacífico; y Echeverría Duarte, en Santa Lucía Milpas Altas, Sacatepéquez; el vehículo en el que fueron conducidos, dentro de una finca en Taxisco, Santa Rosa.
No podemos ser cómplices del olvido y la impunidad. Es obvio que la fiscalía tiene prioridades políticas, pero hay delitos con características especiales que necesitan ser atendidos con urgencia. Dos mujeres asesinadas en dos departamentos diferentes. Un hombre de mediana edad también como víctima implica una gran capacidad logística, no es fácil llevar tres cuerpos de manera ejecutada; Además, los ejecutores son una verdadera pandilla organizada, es imposible pensar en ellos como delincuentes novatos, y finalmente, hay un motivo claro para asesinar a tres personas que trabajan para la misma empresa.
El Código Penal establece que quien mata a una persona comete homicidio y también establece, en lo que denomina homicidio capital, homicidio. El que mata, comete homicidio, entre otras cosas con traición; por precio, recompensa, promesa o motivo de lucro; con premeditación conocida; con crueldad; con una oleada de perversidad brutal y también para preparar, facilitar, consumir u ocultar otro delito o para asegurar sus resultados o inmunidad para uno mismo o para los socios o por no haber obtenido el resultado que se ha propuesto al intentar otro acto que también es delito. . La muerte de estas tres personas es un asesinato múltiple, y tanto la logística como la crueldad implicaron gastar una cantidad considerable de dinero.
La violencia en el país va en aumento, el desmantelamiento y desprofesionalización de la PNC iniciado por Jimmy Morales y Jafeth Cabrera está dando sus frutos, pero nosotros como sociedad no podemos permanecer indolentes. Encontrar el material responsable es la prioridad, es imposible no haber sido captado en alguna de las muchas cámaras instaladas en las carreteras, calles y carreteras; Sin embargo, debemos exigir, porque hay tantos elementos especiales, la persecución y captura de los autores intelectuales. Nuestro sistema ha quedado satisfecho una y otra vez capturando asesinos a sueldo y dejando impunes a los verdaderos asesinos. La literatura y el cine, inspirados en hechos reales, nos retratan con mucha constancia cómo los asesinos intelectuales, los que deciden a quién matar y pagan por ello, rondan por círculos sociales virtuosos e incluso no sería raro que fueran hasta ejemplares “religiosos” y parientes.
Han pasado dos semanas sin información de la Fiscalía sobre un delito gravísimo que debería conmocionar a todos, porque si podían asesinar a tres de esta forma, ¿qué más no podían hacer? ¿Cuánto más dolor pueden infligir? En un país donde son comunes los cuerpos ilegales y los aparatos clandestinos de seguridad, en lo que va de semana hemos encontrado el asesinato de cuatro personas en Quetzaltenango luego de ser agredidas en un taller, una pareja desaparecida fue hallada asesinada en cañaverales, en Puerto San José, y en medio de la Zona 10 de la capital, otra pareja fue agredida y una resultó muerta. Si no se mueve y no asusta, estamos más que enfermos.
En un país con tantas deficiencias, lamentablemente el nuestro, siempre abundarán los sicarios, que funcionarán como verdaderos títeres, y por eso hay que mirar en las sombras para encontrar a los verdaderos asesinos y llegar a su juicio. Normalizar la violencia y esperar a llorar el crimen contra un ser querido es nuestra mayor tontería colectiva.