Generación de cambio – Prensa Libre
Los guatemaltecos debemos mirar siempre hacia el futuro, seguir adelante, sin detenernos ni rendirnos nunca. Hay motivos para mirar con optimismo el presente y el futuro, porque somos personas que, motivadas por sobrevivir y buscar un futuro mejor, nos caracterizamos por nuestra perseverancia y resiliencia, incluso en situaciones extremas e inimaginables.
Uno de nuestros grandes activos, además de este espíritu de lucha, es nuestra juventud. Hoy, alrededor del 70% de la población tiene menos de 30 años; de esta población, el 29,5% oscila entre los 15 y los 29 años, según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE). Creo que esta es la razón por la que Guatemala es uno de los países donde hay más emprendedores. Juventud valiente, fuerte, resiliente y soñadora.
Las personas mayores de 30 años están asistiendo al surgimiento de la generación del cambio, por eso debemos apoyarlas y aprovechar su potencial. Los jóvenes son la esperanza de solucionar los grandes problemas que no hemos podido solucionar; por ejemplo, hambre y tasas alarmantes de desnutrición infantil crónica, falta de empleo e inversión, altos niveles de pobreza, corrupción, impunidad y violencia criminal o incesante migración forzada.
Para ello, como siempre he dicho, la educación juega un papel decisivo en la transformación de la vida de los jóvenes y en brindarles las herramientas que les permitan desarrollar habilidades, ejercer su ciudadanía e integrarse en el mercado local y global. Para aquellos que tienen la oportunidad de continuar su educación después del sexto año, hay opciones. Por ejemplo, aprender inglés les abre grandes oportunidades, lo que se puede hacer de forma gratuita a través de la aplicación Duolingo, creada por nuestro compatriota Luis von Ahn. La pandemia nos ha demostrado que el mercado global es accesible para todos y que hay trabajos que ya no tienen fronteras.
En attendant, nous devons veiller à ce que tous les enfants et les jeunes aillent à l’école et, ainsi, favoriser les progrès qui signifient avoir une génération qui a accumulé plus d’années d’études grâce au travail acharné de leurs parents et abuelos. En la actualidad, alrededor de 200.000 jóvenes se gradúan de nivel intermedio cada año.
Debemos inspirar a nuestros jóvenes a soñar en grande y a saber que en esta vida, a pesar de los desafíos que enfrentamos en nuestro camino, nada es imposible. Depende de nosotros estimular su creatividad, la herramienta más preciada del ser humano.
Invito a los jóvenes graduados de todos los niveles a abrir los ojos al mundo, a ver las tendencias del mundo del trabajo y a comprender las necesidades de la sociedad. Elija carreras profesionales o de estudio que les ayuden a desarrollar habilidades y habilidades para brindar soluciones a estas necesidades sociales, ambientales y tecnológicas. Busque capacitación que le brinde mayor valor para ingresar al mercado o para emprender y contribuir al progreso de Guatemala.
Ustedes, que son una generación heredera del sueño de sus padres o abuelos, destinados a liderar el futuro de nuestro país, están llamados a ejercer funciones públicas, a crear negocios y oportunidades de trabajo digno. Ellos son los que pueden renovar la clase económica y política para crear un nuevo contrato social para una sociedad más justa y equitativa, lo que yo llamo el sueño guatemalteco.
Lo más importante de todo, los jóvenes, es estar preparados para un mundo cambiante, tener la actitud necesaria para adaptarse y adaptarse a las nuevas realidades del trabajo y los cambios tecnológicos. Deben ser capaces de crear nuevas oportunidades, emprender y reinventarse para lo que el futuro requiere, y así ser la base de las generaciones futuras.