El mayor desastre lo provoca la ignorancia - Prensa Libre

La complicada cuestión de la historia de Guatemala – Prensa Libre

Desde hace meses y debido a la proximidad del bicentenario de la independencia de España se han multiplicado los análisis y opiniones sobre este hecho, realizado sin guerras ni violencias, circunstancia única ahora criticada e señalada como el acuerdo de las élites de la capital del Puerto. despacho del amo. Los guatemaltecos ignoramos hechos de nuestra historia, como lo que sucedió en España, Inglaterra y Francia, las grandes potencias de la época. Esto está asociado con una mala manera de ver la historia como una lista de fechas y nombres de personas importantes. No es así. Hoy, los profesores de primaria y secundaria no pueden enseñar historia porque no la conocen. Esto influyó en la ignorancia histórica generalizada de los guatemaltecos.

Uno de los resultados, espero, de este renovado interés por la historia guatemalteca, debe ser el estudio de lo que sucedió en las etapas prehispánica, colonial e independiente. La teoría de los historiadores hace esperar 30 años antes de analizar un hecho, pero obviamente este período es demasiado largo hoy, aunque la idea de esperar al paso de una generación para llegar a una historia que posea al menos un ligero desequilibrio es sin duda válida. . de la carga ideológica imposible de evitar porque el historiador es ante todo un ser humano capaz de equivocarse y dar más importancia a ciertos hechos y personas, según su propio pensamiento, aunque la necesaria revisión correcta de los documentos ayuda a lograr el equilibrio necesario .

En mi opinión, no hay una historia única o total de Guatemala – ni de ningún país – sino temáticas variadas y diferentes. Por eso creo que es fundamental hablar de historia política, por ejemplo, a la hora de contar y matizar los hechos sobre este tema. Pero también hay otras historias: cultura, arte, ciencia, etc., importantes porque muchas veces esta historia política tiene episodios tristes y vergonzosos, que reflejan la vida humana, pero conviven con la historia de su propia cultura. Un factor que no se puede ignorar es el tiempo; no todas las acciones de personajes históricos pueden justificarse como producto de su tiempo. Hay que tenerlo en cuenta porque influye en el comportamiento de la sociedad. Y es absurdo calificar eventos del pasado de acuerdo con los estándares globales de hoy.

En Guatemala y en los demás países latinoamericanos donde las culturas indígenas fueron y siguen siendo importantes, fundamentales, su historia también debe ser conocida antes y después de la conquista española. Como el resto de los relatos de la historia, nadie debe idealizarse: ni los habitantes de estas tierras, ni los conquistadores y sus descendientes, ni los sacerdotes católicos ni los partícipes directos de la Independencia, todos con matices admirables o despreciables. Otro error común es creer en una paz duradera entre estos pueblos indígenas o en la alianza de algunos de ellos con los españoles, por disputas. El error más grave es no ver la Independencia como un movimiento de criollos, en el que los indígenas no participaron y fueron tan malos como ellos.

La principal razón para analizar la historia guatemalteca a partir de esta serie de ríos que luego confluyen con el actual río guatemalteco radica en la convicción de la necesidad de conocer su significado para la posteridad, la herencia heredada de todos, cómo viven después de las cambiantes circunstancias políticas. , económico, social y sanitario. Necesitamos conocer nuestra historia para saber de dónde venimos, conocernos, comprendernos, nuestro futuro, tomar conciencia de él como ciudadanos y pensar cómo podemos contribuir a mejorar la situación actual. No es saludable negar nuestra historia porque es irreparable, pero hay que saber aprender de ella y no repetir los errores cometidos por actitudes y decisiones inaceptables.