El dictador lanza un discurso de odio contra los presos políticos

La coordinación de fuerzas internas: el camino de la oposición democrática para derrocar a la dictadura

La dictadura Ortega-Murillo, luego de la derrota política y moral del 7N, se vio aún más debilitada por lo reflejado en los hechos, lo que ya se observaba en las interacciones de la sociedad a partir de abril de 2018: su reducción a una minoría sin poder de convocatoria, que gira en torno a una figura del sultán que no tiene viabilidad ni legitimidad para seguir al frente del país. La votación del primer domingo de noviembre fue una reminiscencia silenciosa del levantamiento popular. El pueblo con dignidad, nobleza y coraje, rechazó al grupo que ostenta el poder y se quedó en casa, en un comportamiento claramente activo a favor del cambio, la democracia, la libertad y la justicia sin impunidad.

Este rechazo interno al pueblo que demanda un cambio de régimen político, con derechos fundamentales en plena vigencia, sin presos políticos, sin exiliados y con una administración electoral imparcial y objetiva, se ha acumulado a la objeción internacional no solo de los distintos órganos. como el Parlamento Europeo y la Organización de Estados Americanos (OEA), pero también estados y regímenes políticos que se han pronunciado en contra de la farsa electoral del régimen Ortega-Murillo. Una farsa vaciada de toda legitimidad por las causas fácticas del proceso y sus jueces, el encarcelamiento de los principales precandidatos y el liderazgo de la oposición que llevó al 81% del electorado nicaragüense, según el informe Urnas Abiertas, a abstenerse. de la votación, en una clara manifestación de la ilegitimidad interna de un régimen que fue elegido en su proceso y con sus reglas por una minoría capturada.

La manifestación de los reclamos de perpetuación en el poder que busca materializar la dictadura ha obligado a la construcción de un frente internacional robusto en respuesta al asalto al derecho a elegir de los nicaragüenses, lo cual es sumamente importante y necesario para debilitar los intereses que mantienen a Ortega en el poder. poder: las fuerzas armadas, las instituciones cooptadas, los grupos económicos empresariales (neooligárquicos) formados en estos quince años con capital público, y la financiación internacional que ha sido de gran utilidad para mantener su poder despótico de forma ilimitada, violando los derechos humanos, detrás de un discurso de desarrollo de infraestructura. Cependant, cette pression, qui est un préalable indispensable pour changer le rapport des choses, est insuffisante s’il n’y a pas de réelle opposition au sein du pays qui s’organise, se cohésive et se renforce dans cette impasse qui se déroule al presente.

Esto implica, de entrada, tener claro que el derrocamiento de la dictadura será consecuencia de la resistencia del pueblo nicaragüense a la misma. Y, que la solución a la actual crisis que está descarrilando una transición democrática será en Nicaragua, aquí es donde caerá la dictadura, no será en Estados Unidos, Bélgica o Costa Rica, por lo que los esfuerzos que l ‘En Para superar sus contradicciones, la oposición debe tener efectos directos dentro del país, en las estructuras territoriales organizadas, en los diferentes movimientos sociales, sindicatos y hasta en funcionarios descontentos que rechazaron a Ortega el día de la votación.

La coordinación y articulación de las acciones entre la oposición democrática debe conducir a una concentración y cohesión de las fuerzas internas que movilicen a las masas y posibiliten la caída de la dictadura, para ello las expresiones de la oposición deben, en la convergencia, mostrarse como una opción real de poder real frente a la ciudadanía que demanda y se manifiesta por el cambio; el tener que articular un discurso político claro, frontal contra el statu quo del que Ortega es un elemento indispensable, que asume las demandas cotidianas y cotidianas del pueblo, plantea propuestas programáticas que resaltan la refundación del Estado colapsado y colapsado. Así como las demandas insurreccionales de abril de 2018. Con el objetivo principal de federar y capitalizar al 81% de los ciudadanos que se oponen al régimen y que instintivamente lo afrontan sin un programa ni un enfoque estratégico.

El cambio es irreversible porque todos los días los desorganizados, que son la mayoría política, resisten los ataques del régimen en el poder ante el alto costo de vida, el aumento de combustible y gas butano, la imposibilidad de llevar a cabo un plan de vacunación. , desempleo y migración económica forzada debido a la gran brecha de desigualdad social que mantiene a la gran mayoría al margen de la sociedad y el Estado. Sin embargo, mientras no unamos las fuerzas de la oposición con el propósito decidido de arrojar a la dictadura por los cauces de la lucha noviolenta, con propuestas claras, sin repetir los errores del sectarismo y electoralismo, con discursos que generen raíces populares, y sobre todo, que generen una identidad con las demandas de la ciudadanía, se pospondrá el cambio y el régimen mantendrá su propia ilegitimidad, prolongando su derrocamiento.

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