El mayor desastre lo provoca la ignorancia - Prensa Libre

La creencia en la calidad y la excelencia va más allá del lastre

A pesar de las adversidades y complicaciones logísticas provocadas por la pandemia, pero sobre todo a pesar de las barreras crónicas, entre las que destacan la larga y deficiente red vial, retrasos en la conectividad digital, acuerdos comerciales inconclusos y disfunciones portuarias, los exportadores guatemaltecos muestran una fuerte voluntad de triunfo y un compromiso serio con la innovación constante.

Así lo revelan cifras de la Asociación de Exportadores de Guatemala, que arrojan $ 8.904 millones en ventas al exterior, entre materias primas y productos manufacturados. Esa cantidad, vendida a través de varios canales y estrategias en todo el mundo en solo ocho meses, marca un aumento significativo del 21% con respecto a 2020, y sin duda aumentará a fines de año. Los productos agroindustriales tradicionales como azúcar, café, banano y cardamomo, entre otros, representan el 76% de las ventas. Pero sobre todo llama la atención que el crecimiento de los productos no tradicionales exportados ronda el 30%, entre los que se encuentran artesanías, muebles y alimentos que suelen involucrar a pequeñas cooperativas, mipymes y comunidades organizadas en torno a ellas, una apuesta productiva diferente.

Los textiles y prendas de vestir alcanzan los US $ 238 millones, lo que confirma el potencial de crecimiento de este sector. También es importante mencionar los esfuerzos constantes para fortalecer la llamada economía naranja, un sector de productos y servicios de tecnología, diseño y comunicación: toda una cadena de valor creativa que aún tiene espacio para crecer, pero que está sujeta a mejoras estructurales. .

Una renovación total de los procesos educativos, la formación tecnológica y también la disponibilidad de suficiente ancho de banda es necesaria, pero no a la vista. La industria de BPO y call center enfrenta una situación similar, que puede generar decenas de miles de nuevos empleos directos e indirectos, pero se ve limitada por la baja proporción de guatemaltecos que dominan el inglés.

Sin embargo, las dificultades y barreras incluyen también la posibilidad de superarlas, a través de enfoques transformacionales y una pasión por las estrategias de vanguardia, lo que no necesariamente caracteriza la gestión actual. De ser así, ya existiría al menos una marca país, piedra angular de un mejor posicionamiento de Guatemala como exportador. Por otro lado, los productores buscan reinventarse y mantenerse competitivos. Prueba de este potencial, los Trofeos al exportador del año, entre los que una empresa dedicada al procesamiento del caucho, que ya había ganado en 2014, vuelve a recibir el galardón este año, gracias a la reformulación de esta materia prima.

Los números podrían ser mayores y los alquileres mejores si se redujeran los tiempos de transporte o la mecánica de embarque. Si en lugar de reclamar ingresos por propaganda, el Ejecutivo se dedicó, por ejemplo, a la reparación de tramos inconclusos de la carretera Costa Sur, o si en lugar de haber cambiado la continuación de la ruta El Rancho en Los Amates, las obras hubieran continuado, o si en lugar de cortejar a las empresas portuarias, se creara de una vez por todas la autoridad portuaria nacional, para que todos los procesos de importación y exportación fueran transparentes, los beneficios estratégicos nacionales serían asombrosos.

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