¿La digitalización es demasiado exigente para el planeta y para las personas? – Prensa Libre
Una revolución industrial se caracteriza por la aparición de nuevas tecnologías que provocan un cambio profundo en la economía y en la estructura de la sociedad. Con la primera revolución industrial, los principales países industrializados utilizaron máquinas de vapor para mecanizar la producción. El motor de combustión interna y la infraestructura de transporte definieron la segunda revolución industrial.
Hoy vivimos el final de la era de los combustibles fósiles, tanto por la amenaza del cambio climático como por el pico del petróleo mundial. Como resultado, las políticas públicas y las organizaciones privadas han iniciado un proceso de transición energética con inversiones masivas en energías renovables y nueva movilidad eléctrica.
La tercera revolución industrial utilizó la electrónica y las computadoras para automatizar la producción. Desde la década de 1970, en los países desarrollados, se ha producido una posmodernización o informatización de la producción, con la migración del empleo de la industria al sector de servicios.
La cuarta revolución industrial
Para Klaus Schwab, fundador y director ejecutivo del Foro Económico Mundial en Davos, la cuarta revolución industrial se basa en la tercera, la revolución digital. Se caracteriza por una fusión de tecnologías que difumina los límites que separan las esferas física, digital y biológica. La producción del futuro consistirá en sistemas de fabricación modulares, eficientes y automatizados.
La Cuarta Revolución Industrial y la Industria 4.0 son términos que a menudo se usan indistintamente. El término Industria 4.0 se utilizó por primera vez en 2011 en la Feria de Hannover para describir cómo la tecnología revolucionará la organización de las cadenas de valor globales. Fue una propuesta para el desarrollo de un nuevo concepto de política económica alemana basado en estrategias de alta tecnología.
Los cambios realizados por Industria 4.0 se enumeran a continuación:
• Períodos cortos de desarrollo de productos. Acortando periodos de desarrollo e innovación.
• Individualización de pedidos. El cambio de un mercado de vendedores a un mercado de compradores significa que los compradores pueden definir los términos del producto.
• Flexibilidad. Las nuevas metodologías ágiles cambian los grandes proyectos por pequeñas iteraciones.
• Descentralización. Para hacer frente a las nuevas demandas, se necesitan procedimientos de toma de decisiones más rápidos, donde las jerarquías organizacionales deben reducirse con equipos autoorganizados,
• Eficiencia de recursos. La conciencia del impacto ambiental de las actividades económicas requiere una respuesta industrial centrada en la sostenibilidad.
Las posibilidades de este nuevo ecosistema se multiplicarán gracias a los avances tecnológicos en campos emergentes como la inteligencia artificial, la robótica, el Internet de las cosas (IoT), Big data, los blockchain, computación en la nube, vehículos autónomos, impresión 3D, nanotecnología, biotecnología, ciencia de materiales o almacenamiento de energía.
Los recursos que necesita la tecnología
Los próximos años serán decisivos para que la humanidad supere peligros reales. Al momento de escribir este artículo, la atención de los gobiernos, las empresas y los ciudadanos se centra en reducir el impacto de covid-19. Pero en realidad, este problema se suma a un patrón problemático anterior que incluye el cambio climático, la crisis de recursos o la pérdida de biodiversidad.
En esta línea problemática, y en comparación con el modelo de alta tecnología, varios investigadores han demostrado que la mejora de la eficiencia de los procesos hasta ahora no ha permitido reducir el uso de recursos.
A pesar de las tesis desmaterializadoras promovidas por la economía de la información, la pérdida de biodiversidad es un hecho asociado al crecimiento económico.
Si bien la separación entre el crecimiento económico y la pérdida de biodiversidad es una posibilidad teórica, parece poco probable que tal «desacoplamiento» ocurra en un futuro próximo. Esto requeriría grandes transformaciones en el sistema económico.
El crecimiento sigue siendo necesario para la prosperidad, a pesar de la evidencia de que se pueden lograr altos niveles de bienestar social sin crecimiento. En otras palabras, sustituir el desarrollo económico por el crecimiento.
Otro ejemplo del impacto de la tecnología se refiere a los materiales necesarios para la «nueva economía». Las tierras raras son un grupo de minerales que, por sus propiedades naturales, juegan un papel clave en la fabricación de muchos dispositivos electrónicos.
Para la fabricación de paneles, baterías recargables o circuitos complejos, se utilizan ciertos tipos de minerales, como el imán de neodimio, praseodimio o disprosio. La demanda de cada uno de ellos se multiplicará en los próximos años. La explotación de estas reservas es casi sinónimo de desastre ambiental.
Obsolescencia humana
Finalmente, las transformaciones de TI y la naturaleza evolutiva de software facilitó la implementación de metodologías ágiles. Las metodologías ágiles han inspirado nuevas formas de organización empresarial. La cultura ágil reemplaza la anticipación y la planificación con flexibilidad.
La agilidad destaca el valor de la funcionalidad, la simplicidad o las pequeñas entregas anticipadas. Agility da la bienvenida a los cambios frente a una extensa documentación.
Este nuevo enfoque metodológico permite a las empresas adaptarse a un mercado competitivo de continuos e imprevistos cambios. La agilidad de una organización permite responder fácil y rápidamente a las necesidades del mercado.
Pero la cultura de la agilidad también pinta el retrato de una fuerza laboral en constante evolución, que se reinventa y se anticipa al mercado. El nuevo imperativo requiere que estemos constantemente vigilantes y disciplinados ante las oportunidades. La reflexión filosófica sobre la obsolescencia de los humanos – en el momento de la cuarta revolución industrial – se vuelve obligatoria. A pesar de la efectividad de estas ideas para Inteligencia de Negocio¿Qué grado de legitimidad alcanzan desde el punto de vista humano?
La cuarta revolución industrial ofrece un escenario incierto tanto para la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible de carácter medioambiental, como para los objetivos vinculados a la calidad del empleo o las desigualdades económicas. En el fondo late un problema antropológico que dificulta la acomodación del creciente poder de la tecnología, y del carácter imperfecto y frágil del ser humano. En palabras de Anders, vivimos una época de “antropocentrismo vergonzoso”.
Joaquín Fernández Mateo, catedrático del campo de la filosofía, Universidad Rey Juan Carlos
Este artículo apareció originalmente en The Conversation. Lea el original.