"Argentina no es un pueblo que respetemos"

La falsa antítesis entre «monroísmo» y «bolivarianismo»

Cualquiera que haya intentado enterarse de lo sucedido en México el sábado pasado, a través de los medios bolivarianos o de sus críticos más populares, habrá concluido que en la cumbre de la CELAC prevaleció el consenso y la unidad a favor de las posiciones que impulsan Venezuela y Cuba. Nada más lejos de la realidad: bajo la nebulosa simbólica y mediática creada por la Presidencia y el Ministerio de Relaciones Exteriores, la CELAC mostró la heterogeneidad irreductible de la región.

Los discursos de Andrés Manuel López Obrador y Miguel Díaz-Canel en el Zócalo sobre la llegada tardía de Nicolás Maduro, los días previos al evento, tuvieron como objetivo proyectar el apoyo de México a la tesis de la desaparición de la OEA y la alineación con el bloque bolivariano. Pero el tema de la OEA, tan popular en la retórica del gobierno mexicano, ni siquiera apareció en los 44 puntos de la declaración final de la CELAC.

Al referirse a la OEA, el presidente López Obrador propuso que el foro interamericano sea reemplazado por un nuevo tratado de libre comercio hemisférico, que incluye a Estados Unidos y Canadá, con una entidad autónoma de arbitraje y mediación en temas de derechos humanos y democracia. . AMLO a répété ce qu’il avait dit il y a deux mois au château de Chapultepec : le modèle de ce nouvel Alca – la bête noire de GW Bush que Chávez, Lula et Kirchner ont affrontée à Mar del Plata en 2005 – devrait être l ‘Unión Europea.

Cuando en su discurso Maduro argumentó que el modelo no podía ser la Unión Europea sino un proyecto de federación africana, el presidente venezolano se estaba distanciando de la propuesta de México. Pero esa no fue la única tensión entre las distintas izquierdas latinoamericanas que vimos en la cima. Con inusitada agresividad, y apenas compartida por Cuba y Venezuela, el canciller nicaragüense Denis Moncada acusó al gobierno argentino de Alberto Fernández de ser cómplice del imperialismo.

Aparte de Venezuela, Nicaragua, Cuba y Bolivia, ninguna otra representación ha denunciado públicamente el abandono de la OEA. Un día después de la cumbre, Pedro Castillo estaba con Luis Almagro en Washington. Tampoco hubo claridad sobre el tipo de reforma del foro interamericano que se solicitó. La mayoría, incluidos el Caribe y Centroamérica, sugirieron que no veían contradicciones en la existencia de foros latinoamericanos y caribeños, como la CELAC, y foros interamericanos, como la OEA.

La falsa antítesis entre “Monroísmo” y “Bolivarianismo” -basta recordar que el Monroísmo estaba a favor de Bolívar y que invitó a Estados Unidos al Congreso de Panamá- fue manipulada por muy pocos dirigentes y, obviamente, no es compartida por gobiernos de izquierda como Argentina. En última instancia, esta no es la contradicción fundamental, ni la lucha entre la izquierda y la derecha. Lo que realmente divide al hemisferio es la elección entre democracia y autoritarismo.


* Artículo publicado originalmente en La razón de México.

En este momento crucial de la historia de Nicaragua, tener acceso a información confiable es más importante que nunca. Es por eso que, en CONFIDENTIAL, hemos mantenido nuestra cobertura de noticias gratuita y gratuita para todos, sin muros de pago. Este compromiso cívico no sería posible sin el apoyo de nuestros lectores. Por lo tanto, lo invitamos a apoyar nuestro trabajo uniéndose a nuestro programa de membresía o haciendo una donación. Al convertirse en miembro, recibirá productos exclusivos como libros electrónicos, boletines comerciales y archivos digitales históricos. Como donante, le enviaremos un informe anual sobre cómo invertimos su contribución financiera. Gracias de antemano por ser parte de este esfuerzo colectivo para informar a toda nuestra comunidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *