La flexibilidad no es una debilidad, sino una madurez – Prensa Libre
“Los seres humanos y sus órdenes sociales son inherentemente imperfectos, afortunadamente. En un mundo en constante cambio, necesitamos la flexibilidad que solo ofrece la imperfección. Edward Osborne Wilson
Tenemos que aceptar que vivimos y operamos en medios, que tienen una variedad de formas de hacer lo que se hace por el simple hecho de que ninguno de nosotros somos iguales, y por la misma razón, cuando se emprende la tarea de hacer algo, sin duda, en algún momento las diferencias se verán reflejadas. Saber comprenderlos y aceptarlos es un parámetro de madurez.
Por supuesto, hay ciertos detalles que no importa cuán tolerantes seamos, tenemos que saber mantener nuestra posición porque nos funciona, pero si funciona para otros, sabremos resolverlo, y eso es. donde nos proponemos no imponernos sino ser flexibles, y eso nos permite convivir armoniosamente y valoramos mucho más a las personas que a su forma de vida.
Cuando hay cambios, sean de nuestro agrado o no, eso implica que también debe haber reajustes, por el simple hecho de que la vida sigue. Tenemos que seguir adelante, quizás no como inicialmente nos propusimos y con la persona que pensamos, pero tendremos que visualizar el cambio y saber que la vida no se acaba, sino que toma otro rumbo.
Lo importante y fundamental es saber cuál es el orden de prioridades en nuestros valores para que nos recuerde nuestra tabla de valores, no solo la que nos identifica, sino con la que nos comprometemos a vivir en paz con nosotros mismos. y así poder alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto, de forma adecuada y responsable.
Es sorprendente lo diferente que somos cada uno en la forma en que visualizamos las alternativas, porque en la forma en que lo hacemos, revela no solo el proceso de formación que hemos recibido, sino también los estándares que hemos recibido. para llevar a cabo el proceso de la vida en su conjunto y no solo por los intereses especiales del momento.
Hay varios parámetros que entran en juego cuando pensamos en un comportamiento que tiene en cuenta la flexibilidad. Son en primer lugar los principios que rigen mi vida íntima, luego los parámetros culturales los que determinan el grupo al que pertenezco y, finalmente, las reglas según las cuales se mueve toda la sociedad que me rodea, porque de una forma u otra. soy parte de este conglomerado.
Es bueno recordar siempre que el diálogo es un recurso que suaviza las asperezas, pero también es el medio por el cual aclaramos las cosas para evitar malentendidos. Por eso, cuando hablamos, estamos allanando el camino para seguir adelante y también podemos medir la disposición que existe entre quienes nos acompañan en esta vida para lograr las metas que queremos alcanzar.
Es triste observar en quienes se consideran o al menos piensan que son perfectos y que han llegado a lo más alto del proceso que la vida nos demanda, por lo que cada vez que hay que hacer algo, solo tienen una postura imponente. , por lo que no se tiene en cuenta esta flexibilidad.
En cada uno de nosotros, si estamos interesados en mejorar nuestras relaciones interpersonales y poder cambiar nuestra forma de ser para mejor, la flexibilidad debe ser el elemento presente y cotidiano.