Los temblores podrían provocar más actividad volcánica y despertar a colosos inactivos, encuentra estudio - Prensa Libre

Los temblores podrían provocar más actividad volcánica y despertar a colosos inactivos, encuentra estudio – Prensa Libre

Los terremotos de 2012 en Centroamérica pudieron haber influido en la erupción y activación luego de meses o años de inactividad de algunos volcanes de la región, revela un estudio publicado este miércoles 17 de noviembre por la revista Scientific Report en el que el Instituto Nacional Italiano de Geofísica y Vulcanología (INGV).

El estudio «Aumento de los levantamientos volcánicos y el número de erupciones luego de la secuencia de grandes terremotos en 2012 en Centroamérica» ​​analiza los tres terremotos con una magnitud mínima de 7.3 en la escala de Richter y seguidos de un aumento de erupciones volcánicas en el los próximos 7 años.

Se centra particularmente en los terremotos ocurridos en Costa Rica, El Salvador y Guatemala entre agosto y noviembre de 2012.

Los investigadores observaron que «solo los volcanes que ya estaban naturalmente en estado crítico» entraron en erupción después del movimiento sísmico, según el coautor del estudio, Gino González.

Por ello, la investigación no puede concluir con exactitud si una erupción volcánica puede ser provocada por un terremoto, pero sí influye en ella.

«No podemos dar una respuesta definitiva todavía porque carecemos de datos de seguimiento claros que puedan ofrecer evidencia de la relación entre los dos fenómenos», dijo Dmitri Rouwet, investigador de INGV.

Aun así, el estudio señaló que «no solo es importante la magnitud de los terremotos, sino también otras características como la durabilidad, la frecuencia o la profundidad», dijo González.

Estos elementos pueden alterar aspectos de la actividad volcánica como el flujo de calor, la desgasificación o la actividad de las aguas subterráneas.

La observación de erupciones volcánicas luego de un terremoto ya se ha observado durante la erupción, entre otras, del volcán Kilauea en Hawaii, Estados Unidos, en 1977, desencadenada dos años después de un terremoto de 7.7 en la misma región, aunque quedan evidencias concluyentes de su causa. – la relación de efecto está ausente.

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