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Miedo y falta de información sobre las vacunas cubanas para menores

Para las madres y los padres, la decisión de vacunar o no a sus hijos contra el covid-19 con las dosis cubanas de Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus genera dudas entre las familias nicaragüenses porque las vacunas aún no han sido aprobadas por la Organización Mundial de la Salud. (QUIN). La respuesta general de los consultados por Confidential es esperar hasta que se autorice su uso.

Luisa Alemán es madre de un niño de tres años y una niña de once. Teme que las vacunas generen una reacción adversa en sus hijos y duda en vacunarlos porque no hay suficiente información sobre los sueros cubanos y, precisamente, porque no cuentan con el apoyo de la OMS. «Voy a esperar a que se apruebe porque la verdad es que no hay mucha información sobre esta vacuna y sería un riesgo vacunarlos», dijo.

Poca información sobre vacunas cubanas para menores en Nicaragua

El Ministerio de Salud (Minsa) anunció el 2 de octubre que iba a vacunar, de manera voluntaria, a 2.102.366 niños y adolescentes. Se espera que la inoculación comience en la tercera semana de octubre y se notificará a los puestos de vacunación el ingreso de biológicos cubanos al país. Por el momento, esta es la única información conocida sobre la vacunación de menores. El gobierno no ha mencionado la seguridad de las vacunas cuando es una de las principales preocupaciones de los padres.

«Catalina» no va a vacunar a su hija de 10 años y a su adolescente de 17, «nadie sabe si están a salvo y no debemos jugar con la salud de los niños», argumentó. “Fátima”, madre de una niña de cuatro años, señala que no hay certeza sobre la efectividad de estas vacunas en los niños de Cuba. “Las únicas personas que hablan de ello son los propios medios cubanos y eso no da credibilidad. Tengo la impresión de que vienen al país para probar su efectividad o sus efectos en nosotros ”, dijo.

Un médico consultado por Confidencial, quien pidió que se omita su nombre por razones de seguridad, recomendó que los padres «esperen más estudios» antes de tomar la decisión de vacunar o no a sus hijos. Otra fuente médica también considera que «faltan estudios internacionales que lo sustenten» porque los datos disponibles hasta el momento son «cubanos» y «milagros», dijo.

El 9 de julio, Abdala se convirtió en la primera vacuna en ser autorizada por el Centro Cubano de Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED); y el 20 de agosto, Sovereign 02 y Sovereign Plus también obtuvieron el permiso de emergencia.

Abdala funciona sobre la base del dominio de unión al receptor (RBD) de la proteína de pico del virus SARS-CoV-2, su segmento más prominente. Requiere tres dosis separadas por 14 días y es 92% efectivo contra la enfermedad sintomática, según sus desarrolladores.

Soberana 02 y Soberana Plus responden a la conjugación química de la proteína RBD del virus con la proteína del toxoide tetánico, una construcción molecular que permite incrementar la inmunogenicidad e inducir memoria inmunológica, explican sus fabricantes, quienes aseguran al mismo tiempo, la eficacia es del 91,2% a través de una pauta de dos dosis de Soberana 02 y una de Soberana Plus con 28 días de diferencia.

«Karla», madre de dos adolescentes, uno de 12 y el otro de 14, reconoce que Cuba tiene profesionales de la salud que pueden crear una buena vacuna. Sin embargo, se pregunta si vacunar o no a sus hijas porque los sueros no han sido aprobados por la OMS, pero al mismo tiempo, le preocupa que al no vacunarlas no estarán protegidas y, por tanto, podrían contagiarse en el futuro y desarrollar una fuerte sintomatología del coronavirus.

Sin embargo, “Javiera” y su esposo decidieron no vacunar a su hija de seis años. «Si ninguna de estas organizaciones – OMS y OPS – aprueba su solicitud, y mucho menos entre los menores, nosotros como padres no podemos confiar en la inmunización de nuestros hijos», dijo.

Hasta ahora, la única vacuna autorizada por la OMS para inocular a niños mayores de 12 años contra el covid-19 es la de Pfizer, mientras que otras vacunas aún están en revisión. El jueves, Pfizer solicitó una autorización de uso de emergencia para niños de 5 a 11 años ante la Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU.

¿Qué está pasando en Vietnam, Venezuela e Irán?

En agosto pasado, el presidente venezolano Nicolás Maduro declaró que los niños a partir de los 3 años serían vacunados, sin especificar con qué suero. Sin embargo, los especialistas se han pronunciado en contra de la posibilidad de inmunizarlos con productos biológicos cubanos.

Huníades Urbina, secretaria de la Academia Nacional de Medicina y expresidenta de la Sociedad Venezolana de Pediatría, dijo a Voz de América a principios de septiembre que Abdala y Soberana 02 «no son vacunas» sino «prototipos experimentales» que «no han recibido ningún tipo de reconocimiento». por cualquier entidad internacional seria que no sea su propio ministerio «.

Irán tampoco descarta el uso de Sovereign 02 para inmunizar a los niños, pero hasta ahora no lo ha hecho. Mientras tanto, Vietnam mantiene la inmunización de su población más joven en 2022 como parte de su plan, según varios medios.

Más de una docena de países de todo el mundo ya están vacunando a sus poblaciones adolescentes, y otros como China, los Emiratos Árabes Unidos e Israel están vacunando a niños de tan solo tres años, según un informe de la BBC.

Nicaragua se convertiría en el segundo país después de Cuba en vacunar a los niños contra el covid-19 a partir de los dos años.

Nicaragua abandona la inmunidad colectiva

Los países que están avanzando en la protección de su población infantil ya han cubierto gran parte de los segmentos de su población adulta con mayor riesgo de enfermarse y morir a causa de la pandemia. El epidemiólogo Alfonso Rosales explica, con base en la evidencia del impacto del covid-19, que la población prioritaria a vacunar son los mayores de 50 años y, posteriormente, se inmunizan otros grupos, hasta llegar a los niños.

“Nicaragua ha vacunado a menos del 6% de su población, ¿cómo se les ocurre empezar a vacunar a la población infantil? El riesgo de transmisión en la población infantil es mucho menor que en la población adulta. El riesgo de hospitalización es mucho menor que en la población adulta ”, dijo.

También explicó que vacunar a un grupo de población menos vulnerable, sin cubrir primero por completo a los más expuestos, tiene un impacto negativo en el logro de la inmunidad colectiva. “Desde un punto de vista epidemiológico, hay que combatir el virus en las zonas donde más viaja: en los adultos, si eliminas o extiendes tus esfuerzos para incluir poblaciones que no son las más vulnerables, estás eliminando esfuerzos para cubrir vulnerables poblaciones ”, dijo.

Este artículo fue publicado originalmente en español en Confidencial y traducido por nuestro equipo.

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