Monseñor Báez insta a la policía y al ejército a dejar de reprimir al pueblo
El Obispo Auxiliar de Managua, Monseñor Silvio Báez, exiliado desde 2019 por persecución y amenazas de partidarios del régimen de Daniel Ortega, llamó a miembros de la Policía y del Ejército a dejar de «reprimir al pueblo» y no ser «cómplices de autoritarias y líderes corruptos «.
“Los que forman parte de una fuerza policial o de un ejército no tienen por qué ser crueles, ni estar al servicio de oscuros grupos de poder político y económico. Ellos también pueden acoger a Dios en su corazón y encontrar el camino de la alegría si dejan de reprimir al pueblo, si siguen su recta conciencia y dejan de ser cómplices de líderes autoritarios y corruptos ”, declaró el obispo en el momento de su homilía dominical. .
Durante tres años, la sociedad nicaragüense ha vivido en un estado policial de facto y ha enfrentado una crisis sociopolítica que ha resultado en 355 asesinados; mil presos políticos, de los cuales 167 permanecen encerrados, y miles de exiliados.
“La renuncia a la violencia es también una expresión concreta de fe y un camino hacia la alegría”, dijo el obispo de la Iglesia de Santa Agatha en Miami, Estados Unidos.
Trabajar «por el país al que aspiramos»
En tanto, el Obispo de la Diócesis de Matagalpa y Administrador Apostólico de la Diócesis de Estelí, Monseñor Rolando Álvarez, destacó que el anhelo de un mejor país requiere que los nicaragüenses eliminen “como un tumor maligno” todo lo que destruye la sociedad y que trabajen para que Se respetan las instituciones estatales.
“Los nicaragüenses debemos preguntarnos ¿qué país necesitamos construir? y ¿qué caminos debemos tomar para lograrlo? ”advierte el obispo.“ Si queremos construir una nación abierta al desarrollo y al crecimiento, debemos cumplir con nuestros deberes según la responsabilidad de cada uno y trabajar por este país al que aspiramos. , por las instituciones, por la unión de las familias, por el servicio al prójimo, por la solidaridad con los que nos rodean, por la convivencia pacífica, por el respeto a la dignidad de cada persona ”, agregó.
El obispo dijo que en la construcción de una sociedad mejor «la deshonestidad, la mentira, la extorsión, las acusaciones falsas, los insultos, la difamación, el enjaulamiento de ideas no nos ayudan». Este tipo de acciones «dañan la reputación de los demás y dan lugar a juicios falsos», por ello, advirtió, es fundamental que en todas las relaciones humanas haya solidaridad «como principio social y como virtud moral».
En opinión de Monseñor Álvarez, la práctica de la solidaridad en una sociedad sólo es válida “cuando sus miembros se reconocen como personas, no como instrumentos para explotar su capacidad de trabajo y abandonarlos cuando ya no están al servicio”. Así, recordó que la solidaridad es también «una virtud moral y no un sentimiento superficial por los males de tanta gente cercana y lejana», agregó.
Los nicaragüenses deben «trabajar incansablemente para lograr un país en el que las relaciones entre sus ciudadanos estén basadas en la verdad, la justicia, la paz y la solidaridad», subrayó Mons. Álvarez.