El mayor desastre lo provoca la ignorancia - Prensa Libre

Navega en la oscuridad en un futuro difícil

El primer año de la pandemia interrumpió muchos proyectos, planes y rutinas gubernamentales, tanto por su carácter repentino como por la debilidad organizativa que dio lugar a una respuesta lenta en varias áreas. Una de las actividades clave para conocer la situación del sistema educativo es la evaluación de la comprensión lectora y las habilidades matemáticas de los egresados ​​de los diversos niveles. No se pudo llevar a cabo en 2020, por restricciones de movilidad y la falta de posibilidades logísticas a distancia para recuperar algún conocimiento del estado del proceso de enseñanza-aprendizaje en un período tan urgente.

Pero que por segundo año consecutivo se vuelva a suspender dicha evaluación, sin ningún apoyo, programa alternativo o de emergencia para tratar de guardar algún tipo de información sobre el desempeño escolar, parece descuido o pereza, ya que desde el inicio de la vacunación la posibilidad de Se anticipó terminar el año sin regresar a clases. Aparte de eso, el estudio podría ser revelador positivo o negativo, ya que esta es la primera cohorte de graduados que han estudiado la mayor parte, si no la totalidad, de su diversa etapa en la educación a distancia.

En cierto modo, es demoledor saber que la única valoración nacional del desempeño académico de quienes se incorporan a la fuerza productiva y a la vida académica ya está irrecuperablemente atrasada. El Ministerio de Educación argumenta que fue el Ministerio de Salud el que no permitió la convocatoria de estudiantes a instituciones educativas por el riesgo de contagio por COVID-19, lo cual tiene sentido. Lo ilógico es que no existía un plan B antes de tal posibilidad.

En la era digital, donde los jóvenes han realizado cursos y han realizado exámenes a distancia, incluso para obtener un diploma de este nivel, es inconcebible que no se pudiera estructurar una prueba a través de plataformas interactivas cuya participación obligatoria era condición para optar al concurso. registro. Apenas hay estudiantes que no tengan acceso a un teléfono celular, y en cualquier caso sería una pequeña proporción que podría perderse este recurso.

Si el miedo era que no participaran todos los graduados, se debió pensar que una parte importante de algo era mejor que nada. El problema es que el ciclo 2022 llega con mayor incertidumbre sobre la efectividad del proceso educativo. Es posible que haya sorpresas positivas en el nuevo paradigma y también es probable que haya un deterioro en los logros en comprensión lectora y en cálculo matemático que ya se habían registrado antes de 2019 y que estaban lejos de ser óptimos.

Los jóvenes que tendrán la posibilidad de cursar estudios universitarios llegarán a las casas de estudios, tanto de San Carlos como privadas, que tendrán en sus manos la formación de profesionales. En vista de la situación, se recomienda unificar algún tipo de evaluación nacional de primer ingreso, para tener otra fuente de datos sobre habilidades, capacidades y desempeño. Si las universidades son fieles a los principios que proclaman en cuanto a su compromiso con el desarrollo del país y su afán de excelencia académica, bien pueden encontrar rápidamente un consenso para ofrecer evaluaciones de conocimiento que de alguna manera compensen lo que el Ministerio no pudo o no pudo querer hacer. .