“No quiero perder ni un poquito la cabeza”

“No quiero perder ni un poquito la cabeza”

Heno un antes y un después en la vida de Justina Bustos. Y no, es una metáfora. La actriz atravesó durante cuatro años una situación muy difícil que cambió su vida. En plena pandemia, hubo 33 días de internamiento en un hospital de Mauricio, África, por violar el Covid. Sola, por momentos, en una habitación, en silencio, con angustia, mido e incertidumbre. Pero en este tiempo, también puedes conectar con lo más profundo de ti, con tus necesidades y eso, hoy, tienes los frutos.

Justina se ha convertido en una pesadilla del arte. Hoy está plasmada en el documento. solo en el paraiso, que produce Orsai Audiovisuales, y se podrá ver en el Centro Cultural San Martín. “Entonces la excusa del documental es el encierro, habla de la soledad, del poder de la comunidad y de existencialismo. Tengo cinco mundos dentro del documento, entre los archivos de cuando era chica”, explica Justina.

El encierro también dio vida a otro deseo: producir tus propios proyectos en el actor. Y él es el dio. Actualmente Justina produce -y también actualmente- la obra En los confines del mundo. La obra, dirigida por Ana Kowalczuk y Camilo Polotto, trata sobre cuatro mujeres que trabajan en un cobertizo. Podrás verlo en la sala B del Centro Cultural San Martín hasta agosto.

justine luce feliz, reformado y con ganas de más. “Todo tiene que ver con todo -expresa-. Es todo un hilo. No es una vida nueva. Si, Uno se va pouliendo, va cambiando. Algunas moléculas en movimiento.“, Expresar. Y repitió lo que significaba hacer el documento: “Me gustó y aprendiz un montón. También aprenderás a gestionar un grupo de apoyo. Porque con el tiempo puedes acercarte a la idea o entrar en el juego de la desesperación o la obsesión. Es un compromiso que dice que no hay más trabajo. Voy a jugar. Este es el año en el que reconozco los frutos que se fueron sembrando. Estoy pensando en la próxima producción, algo nueva”, dice.

¡Ese siempre fue el que zafaba de todo! La suerte se dio vuelta. Este es el único elemento positivo.

Justina BustosActriz y productora

-Tenemos un relato de la vida en África, ¿se contagia el Covid?

-Llegué estuvo encerrado en la Isla Mauricio, donde llegó a ver la serie. amor de madre. Hice la prueba en el aeropuerto. Me escapé del hotel, estaba cansado de la bata y me obligaron a dormir. Otro día puedo abrir la puerta de la indumentaria masculina con los mamelucos blancos de la pandemia. Sin entender nada. ¡Yo, que siempre estuvo ahí esa zafaba de todo! La suerte se dio vuelta. Este es el único elemento positivo.

-Sentía culpa porque estaba frenando el rodaje. En principio, intenta cambiar el orden a esperanza, hasta que la ecuación no quede para más.

-¿Con quién hablabas mientras te encontrabas aislado?¿Quién te contenía?

-Elegí a quién acudir. En primer lugar, porque es difícil conocer y aceptar algo que te duele. Me daba fiaca hablarlo con todos mis amigos. Por eso eligieron uno de ellos. tAmbient hablaba con mi padre, con mi amigo Agustín Sullivan y con mis profesores de teatro.

Justina Bustos, en el documental Sola en el paraíso.

-¿Llegaste te has sentido muy mal?

-No. No sentí nada más en esos días. El tema era te pruebas y el Covid va a tu cuerpo. Pero no contagioso. Me sentí perfecto, pero no debería salir con un tema protocolar. La isla tiene sus propias leyes. Aceptar esto es uno de tantos aprendizajes.

-Y ahí arranca tu operativo para poder salir, ¿no?

-Si. Obligado a hacer un análisis para ver quién está en la política y, al mismo tiempo, en mi vida. Llame a Carla Peterson (esposa del economista Martín Lousteau). Ella actuó rápidamente. Es muy decidido. Le dije: “Tienes el teléfono de quienes te contactaron con los embajadores”. Y decidí hablar con el embajador de Italia, en Argentina y en los países africanos… Tengo toda una roja para poder ir a Italia, porque soy italiano. Fue lo más cercano que mataste.

-Pero seguías sin poder ensuciarte…

-Sí, tuve un momento con un CEO de Netflix. Conozco mi situación y estoy en un avión privado que me lleva a Italia. Pero es precisamente este día, como por arte de magia, de negatividad. Entonces huí por la puerta normal. Viaje a España y, al mismo tiempo, fuimos a las Islas Canarias. Ahí agarró mi papel en la serie. Por tanto, mi personaje era más chic, pero bueno, en ese momento se acabó.

terminado muy golpeada anímicamente, muy flaca y encorvada.

Justina BustosActriz y productora

-¿Existe alguna intervención quirúrgica para asegurar que el estado del documento está encerrada?

-No, sólo estoy pensando en salir. Lo que si me surgió fue recordar y tomar notas. Voy a escribir sobre viajes. Siempre llevo cuadernos.

-¿Qué es más duradero que la vida?

-El último momento fue difícil, cuando una mujer india. Tenemos una comunidad. Este es el momento de mayor soledad. Volví a encontrarse solo en la habitación. Tuve ataca angustia. Me dan la opción de tomar pastillas para dormir. No quiero porque puedo volver muy adicta. Tuvo temblores, ataques de pánico o ansiedad.. Alguien me dio un empujón, pero porque no puedo dormir. El corazón me sacudió mucho.

¿Cómo hacer todo esto para sobrevivir una vez huyendo?

-Salí de l'île et ahí te baja todo et viene la angustia. Igual, el archivo me pareció más ameno. Y lo respeto. Pero terminé con mucha bronca, con mucha flaca y encorvada. Era una niña delicada que lo había pasado muy mal.

-¿Sabes si hay algún fallecimiento o agarrarte de otra enfermedad?

-Morir, no. Y diablos, tampoco. Perdiste un poco la cabeza.

Justina se suma a las actrices de Al borde del mundo, la obra que representa en el CC San Martín.

-¿Cómo controlar la mente? ¿Meditabas?

-Ahora me doy cuenta que sí. Miraba en una montaña que la ve de ángulo y entabla conversación con ella. Después de filmar todo pasé. Enfrente había una base militar. O sea veía militares con los chumbos, mais ne tenia mido a morir. Sí, en algún momento podrás acudir a un médico y él te lo informará.

-Volvamos al presente. El objeto del mundo roza lo que es verdad de tu infancia, ¿verdad?

-Sí, estás crecí en el terreno, en Unquillo, a una hora de la capital cordobesa. La universidad tiene una ubicación céntrica y hay muchas cosas que encontrar en taxi o con descuento. En esto seguí la comunicación entre el conductor y la base y llamé la atención. El trabajo de cuatro mujeres en un cobertizo. Actúan Paula Kohan, Laila Maltz, Ailin Salas y Margarita Páez.

-¿Qué llevó a hacer teatro?

-El año pasado era mi trabajo y tampoco quería hacerlo. Creé una imagen infantil de los galpones y llamé a Ana (Kowalczuk) y Camilo (Polotto). Ella escribió la guía. A continuación tenemos una lista de actrices. Fluyo. Esta es una manera muy profesional. Después de eso trabajamos mucho con las actrices y tuvimos varias reuniones. La producción también corre a cargo de Javier Furgang y Francisco Olavarría.

En un día de todo. Si estoy en línea voy a llegar y a abajo, a abajo y a llegar.

Justina BustosActriz y productora

Se trata también de encarnar Culpa Cero, la película de Valeria Bertuccelli, ¿cómo surgió todo esto?

-Es muy loco loco que pasó. el año pasado llego Silvia Prieto, donde trabaja Valeria, y después de pensar: “Qué será de su vida que es tan buena actriz”. Y desde hace dos semanas llamo a Valeria para ir a un café porque tengo algo que le sugiero. Era parece ser parte de Culpa Cero. Ahí hago de su asistente. Tuve una experiencia muy Linda.

-¿Qué pasó con el trabajo?

-Hagoterapia, danza contemporánea, estudio de música oriental y teatro con Mónica Bruni… Uno de mis sueños tiene que hacer oír su voz en una peli de dibujos animados.. Yo también quiero ser apicultor. Tengo locura por las abejas. Estoy encantado de haberme convertido en miembro de la comunidad.

-Volviendo a lo que te pasó en África, ¿qué quambió en lo personal?

-Creó que me conectaba más con la energía. Antes de eso, veo algo que no es bueno. Lo evitaré. Ahora me escucharé a mí mismo. Soy cambiante. En un día de todo. como la pelicula intensamente. Si estoy en línea voy a llegar y a abajo, a abajo y a llegar. Eso sí: tengo mucha energía y voluntad… (risas) Y me desquito con el arte.

Justina Bustos nació en el campo, en Córdoba. Foto: Bautista Zelarrayán.

-Si lo notas, es una lista de proyectos.

– Sí, es mi forma de vida.