El mayor desastre lo provoca la ignorancia - Prensa Libre

Otro robo de bicicleta – Prensa Libre

El domingo pasado, a las 8 de la mañana, un par de amigos que montaban bicicleta de montaña fueron atacados a punta de pistola. Llevan meses entrenando para una gran competición que tendrá lugar la primera semana de diciembre. No solo les robaron sus bicicletas, sino también su equipo GPS para registrar entrenamientos, teléfonos celulares y dinero.

Soy muy sensible al robo de ATV porque practico este apasionante deporte. Guatemala tiene montañas y paisajes de ensueño y con este deporte no solo haces ejercicio, sino que también disfrutas de la belleza de nuestro país. Pero no hay una semana en la que no me entere de que a uno de sus familiares le han robado su motocicleta, su billetera, su auto o su computadora. Al referirse a este caso, una persona me dijo que no solo les pasa a los que andan en bicicleta entre las montañas y senderos de nuestro hermoso país, sino en la ciudad, cuando salen a correr. Tienen miedo de ir a ciertos lugares porque personas en motocicletas se les han acercado y con armas toman sus dispositivos para registrar su entrenamiento y su dinero. Para las mujeres que enfrentan el problema es peor porque a veces son acosadas y temen ser secuestradas y violadas.

El caso de mis amigos es recurrente. Hace casi dos años, el 12 de diciembre de 2019, escribí un artículo en este mismo medio, titulado “Continúan los robos de bicicletas”, en el que contaba el hurto cometido por otros amigos en un lugar llamado Las Mandarinas, entre Fraijanes y Lo de Diéguez. Esta vez el robo tuvo lugar en el mismo lugar. Eran dos tipos armados esperándolos, sentados al borde de un camino de tierra. No había nada que pudieran hacer para evitarlo, porque iban armados. En este mismo lugar se produjeron varios robos de bicicletas y mis amigos de otros grupos ciclistas decidieron no ir a pedalear allí. Lamentablemente, esto es de conocimiento común y los delincuentes que llevan años robando no solo a ciclistas, sino a muchas personas que viven o pasan, no parecen ser arrestados.

Estas bicicletas suelen acudir a casas de empeño que no verifican el origen o piden la factura original para asegurarse de que no son robadas. Les dan una miseria para sí mismos y luego los revenden a aquellos que no dudan en comprar artículos robados, sabiendo que lo son. Las motos robadas el pasado domingo son una BMC -Fourstroke 01, talla «large» con un nuevo grupo SRAM GX 1 × 12, neumáticos Maxxis y sillín Fizik Aliante, y la otra es una TREK, Fuel EX 8, talla pequeña, negra, con choque blanco. Quien los compre sabrá que son robados. Los mismos que los aceptan en las casas de empeño. No tendrán excusa para saber que han sido robados. Quienes compran artículos robados fomentan el robo de esos artículos. No compre robado. Solo entonces se detendrán los atracos.

Los robos de bicicletas son tan flagrantes que incluso en las competiciones, con gente cuidando a los ciclistas, han entrado en ellas. Tengo al menos dos casos en los que esto les ha sucedido a dos amigos. Uno, durante una competición en El Palmar, hace apenas dos años. Otro, en una competencia por Mixco, hace muchos años, a un gran ciclista que me contó su historia. Otro lugar que ya no suelo frecuentar es Santa Rosalía, porque hasta allí mataron a un ciclista por robarle la bicicleta. Durante un tiempo asaltaron a ciclistas en algunas de las hermosas montañas y senderos alrededor de Antigua, pero afortunadamente no he vuelto a saber de robos en estos lugares.

El miedo de los ciclistas y corredores no es solo que sean agredidos, sino que les hagan daño. Es por eso que mucha gente no sale a la calle ni al campo a practicar estos hermosos deportes. Y, por tanto, no prosperaremos. Es una pena.


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