El mayor desastre lo provoca la ignorancia - Prensa Libre

¿Por qué nos odian tanto? – Prensa Libre

Tomo prestado como título de esta columna el nombre de un libro publicado en 2010 por la Fundación Friedrich Ebert Stiftung que reúne 18 ensayos sobre la situación de los medios en América Latina.

Casi sin excepción, los gobiernos y las élites del poder de los países de la región ven a los medios y periodistas independientes como adversarios y, en el peor de los casos, enemigos. En lugar de mejorar, la situación empeoró. Aumentan los ataques a la libertad de expresión, la restricción de fuentes de información, los cierres publicitarios para asfixiarlos económicamente, las campañas de desprestigio y el uso del derecho penal como instrumento de criminalización.

En Guatemala ha aumentado la hostilidad contra quienes publican información, análisis e investigaciones relacionadas con casos de gran corrupción y graves violaciones a los derechos humanos. No es casualidad que los jueces y fiscales que investigan y conocen estos casos también sean objeto de hostigamiento y hostigamiento, pues es claro que lo que se busca es silenciar las voces críticas y eliminar cualquier posibilidad de sanción por los delitos cometidos. En los últimos dos años, hemos visto cómo las autoridades de las agencias estatales utilizan sus altos cargos para atacar a los medios y periodistas con palabras y hechos que se destacan al resaltar lo que los poderosos quieren mantener oculto.

La relación amistosa que Alejandro Giammattei mantiene con la Fiscal General María Consuelo Porras ha servido, entre otras cosas, para enjuiciar a periodistas «molestos» que perturban la paz de los corruptos y corruptores. Y también hostigar -hasta el agotamiento- a los compañeros de los medios locales, comunitarios y digitales que supervisan a los municipios y líderes de partidos políticos y denuncian irregularidades y violaciones a la ley por parte de empresas extractivas, megaproyectos y monocultivos. En la represión desatada contra el legítimo movimiento de resistencia comunitaria de El Estor y durante los primeros días del estado de emergencia, quedó claro que el gobierno y la empresa minera buscan acabar con la organización comunitaria y por eso van tras sus líderes. , incluso utilizando órdenes de captura que se ejecutaron en 2017.

También es evidente que la represión también incluye a la prensa independiente y de ahí el hostigamiento contra los periodistas de Prensa Comunal que cubrieron los violentos desalojos y la destrucción de algunos de sus equipos. Por si esto fuera poco, las primeras redadas realizadas por la policía y el ejército se llevaron a cabo en la radio comunitaria Xyaab ‘Tzuultaq’a, en la oficina de la defensora de Q’eqchi’a y en las casas de dos periodistas de medios. .empresas digitales que han dado cobertura permanente a denuncias relativas a la explotación ilegal de la empresa minera CGN. Otro caso de extrema gravedad es la persecución penal que ha iniciado el MP contra el diario elPeriódico, reactivando una denuncia penal de 2013 que había sido interpuesta. Este caso tiene como objetivo congelar las cuentas bancarias de los medios para obligarlos a cerrar y, de paso, emitir órdenes de aprehensión contra sus representantes. No es casualidad que se relance una denuncia penal contra un diario que ha descubierto casos de corrupción muy graves, entre ellos el de la «alfombra mágica» que involucra a Alejandro Giammattei y la minera rusa.

Porque revelamos los abusos. Porque exponemos el negocio debajo de la mesa y la corrupción. Porque desafiamos el privilegio, la desigualdad y la impunidad. Porque nuestros bolígrafos y nuestras voces no están a la venta. Porque a pesar de los ataques, no pueden silenciarnos ni comprarnos. Por eso nos odian tanto.


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