En un esfuerzo por adquirir un proveedor clave, Boeing cambió la forma en que planea pagar el acuerdo, según dos personas familiarizadas con las negociaciones, una medida que podría ayudar al fabricante de aviones a ahorrar dinero y al mismo tiempo resolver problemas de seguridad y calidad.
Boeing utilizaría acciones en lugar de efectivo para comprar Spirit AeroSystems, dijeron las dos personas, que no estaban autorizadas a hablar públicamente sobre el acuerdo. Uno añadió que Boeing pagaría más de 4.000 millones de dólares por Spirit, que produce piezas de aviación, incluida la carrocería del Boeing 737 Max, el avión más popular de la compañía.
Una de las personas cercanas a las discusiones dijo que no se espera que la decisión de pasar del efectivo a las acciones retrase significativamente un acuerdo, que podría anunciarse tan pronto como la próxima semana.
Según el precio de sus acciones al martes, Spirit tiene un valor de mercado de más de 3.600 millones de dólares.
El Wall Street Journal informó anteriormente que Boeing proponía utilizar sus acciones en lugar de efectivo para comprar Spirit.
El pago de acciones podría mejorar la situación financiera de Boeing, que está invirtiendo en mejorar la calidad de la producción después de que un panel de un 737 Max explotara durante un vuelo de Alaska Airlines en enero. La Administración Federal de Aviación (FAA) limitó la capacidad de la compañía para aumentar la producción del 737 Max después del incidente de enero. En mayo, Boeing dijo que sus operaciones utilizarían más efectivo del que ingresó este año.
Las negociaciones para adquirir Spirit se complicaron por el hecho de que Spirit también suministra piezas al mayor competidor de Boeing, Airbus. Esta empresa debería hacerse cargo de las actividades de Spirit, que produce piezas para Airbus.
Los investigadores federales dijeron que el avión involucrado en el incidente de enero parecía haber salido de una fábrica de Boeing sin los pernos necesarios para mantener el panel en su lugar. En los meses transcurridos desde entonces, Boeing ha tomado una serie de medidas para mejorar la calidad. La semana pasada, su director ejecutivo, Dave Calhoun, enfrentó duras preguntas de los legisladores sobre el episodio y dos accidentes fatales que involucraron al Max a finales de 2018 y principios de 2019.
Los problemas de Boeing con el 737 Max se han visto agravados por la pandemia, que ha interrumpido toda la cadena de suministro de la industria de la aviación. Aunque el suministro de materiales y repuestos se ha recuperado algo, sigue siendo difícil.
Airbus redujo el lunes el número de aviones comerciales que planea entregar a las aerolíneas este año a 770, frente a una estimación anterior de alrededor de 800. La compañía, con sede en Toulouse, Francia, dijo que había tenido dificultades para obtener suficientes motores, estructuras de aviones y equipamiento de cabina. Debido a este cambio y a los problemas en sus operaciones espaciales, Airbus rebajó sus previsiones de beneficios y flujo de caja para 2024. Las acciones de la compañía cayeron un 10% el martes tras su anuncio.