Sin periodismo no hay democracia – Prensa Libre
La libertad de expresión y la libertad de prensa son pilares fundamentales del estado de derecho. Los regímenes autoritarios, con pretextos dictatoriales, buscan a toda costa silenciar la divulgación de hechos, datos y realidades. Se han observado ejemplos deplorables en países como Venezuela, Cuba y Nicaragua; sin embargo, en Guatemala abundan los síntomas de este cierre.
Persisten la intolerancia, el hostigamiento y la intimidación por parte de funcionarios electos, subordinados, alcaldes y parlamentarios que frecuentemente buscan ocultar ciertos temas, conexiones, conflictos de interés y manipulación de procesos institucionales que deterioran el marco democrático a los ojos de la ciudadanía. Es precisamente por ello que resulta tan valioso el artículo 5 de la Constitución de la República de Guatemala, que garantiza la libre expresión del pensamiento sin restricciones y que establece claramente que las críticas y acusaciones en contra de los funcionarios, que este ya sea en el ejercicio de la ley, no es un delito, acusación o resultado de los mismos.
El periodismo es un servicio público y sin él no hay democracia. En otras palabras: la libertad de prensa no solo beneficia a los periodistas. Es la única herramienta contra el autoritarismo y la corrupción. Si se pierde, todos perdemos, especialmente en estos tiempos digitales en los que la oferta de información se ha diversificado y se ha fortalecido la posibilidad de expresión individual a través de comentarios y redes sociales. La misión de los medios de comunicación independientes es recopilar hechos y datos para presentar noticias serias en diversas áreas de interés.
Una sociedad no puede ser libre si no conoce la realidad de lo que está sucediendo, y los ciudadanos son los más afectados por el bloqueo parcial o total del libre acceso a la información. Los funcionarios públicos se están preparando para proyectar una imagen adecuada en función de sus intereses y agendas, especialmente en los próximos meses preelectorales. Aquí es donde los periodistas presentan al público perspectivas sobre el desempeño, la calidad del gasto, las deficiencias en el cumplimiento de las promesas: una auditoría informativa que muchas veces resulta incómoda, porque no está al servicio de los objetivos políticos, sino del país.
Los tiempos difíciles para la democracia están vivos. Los pactos perversos amenazan los principios de la separación de poderes. Los gobiernos intentan hacer su propia versión adaptada a la supuesta lucha anticorrupción, en la que quieren ser juez y jurado, con la cooperación de otros actores extraoficiales a los que tampoco les gusta el resaltado específico de sus disparates, abusos y opacidades.
Cualquier agresión a los comunicadores sociales es lamentable, pero aún más lamentable es la lentitud de la Fiscalía por delitos contra periodistas. Ha habido 116 casos de hostigamiento, agresiones y amenazas en el último año debido a la impunidad; 265, si cubrimos 2020 y 2021. A pesar de esto, la labor periodística continúa precisamente porque los periodistas creen en la democracia, la responsabilidad y una Guatemala mejor.
Cualquier intento de silenciar a la prensa es producto de mentes atrasadas, incapaces de cumplir con las expectativas que expresaron en los mítines y por las que deben rendir cuentas. Sin el periodismo, los casos de corrupción de millonarios no se habrían expuesto. Sin el periodismo no se habría señalado la injerencia de los operadores políticos en las elecciones de magistrados. Sin el periodismo, Serrano Elías no habría sido expulsado del poder en 1993, el Congreso no habría sido depurado en 1994 y el contrato ruso que el gobierno no ha divulgado oficialmente, por citar algunos ejemplos, no se habría cumplido. no conocida.
La prensa independiente manifiesta a diario su vocación democrática, porque trabaja por el ciudadano honesto y digno. En Prensa Libre et Guatevisión reiteramos nuestro compromiso con la defensa de los derechos constitucionales. Rechazamos cualquier intento de censura, ya sea en forma de leyes o medidas que intenten imponerla.