El mayor desastre lo provoca la ignorancia - Prensa Libre

Sitio sin estado – Prensa libre

El decreto del estado de sitio en El Estor es una medida drástica del gobierno de Alejandro Giammattei para controlar la ingobernabilidad que existe en este municipio. Sostengo que la declaración del estado de sitio no es necesaria, ya que la Policía y el Ejército tienen plenos y suficientes poderes para intervenir en este tipo de situaciones en las que los delitos se cometen activamente de manera flagrante.

Sin embargo, incluso en el caso de que el estado de sitio sea visto como la única vía para que la Policía y el Ejército hagan uso de todas las facultades que les confiere la ley, creo que es importante resaltar que existen decenas de casos. de invasiones de alto impacto más allá de la situación de la CGN por las cuales el Ejecutivo y el Congreso no han hecho todos los esfuerzos para responder con la misma fuerza. El verdadero problema es la inconsistencia.

Para evitar estas inconsistencias, es correcto que el gobierno haya levantado los bloqueos en El Estor, pero también debe hacerlo en todos los demás casos en los que se realicen bloqueos que vulneren los derechos de toda la población.

En El Estor, se puede ver claramente cómo un grupo busca imponer su visión a otros por la fuerza. Los más de 20 días de bloqueo afectaron no solo a la empresa minera, sino a toda la población de la región.

Por si fuera poco, el argumento que utilizan es falso, ya que dicen que se oponen al funcionamiento de la empresa minera porque el Tribunal Constitucional (CC) ha suspendido sus operaciones, pero en realidad no es así. Lo que hizo la decisión de la CC fue suspender el permiso minero de Fenix, donde de hecho se ha suspendido el trabajo ya que la decisión fue definitiva en febrero de este año. Sin embargo, la decisión de la CC no se aplica a la operación de la planta de tratamiento, ni a las otras dos licencias de operación que tiene la empresa, por lo que lo que debió suspenderse por decreto de la CC fue la explotación minera en el área de Fénix. permitido, pero no en otros proyectos de empresas mineras. La “operación” a la que se refieren los bloqueadores es la que realiza la minera con los demás permisos de operación, que nada tienen que ver con el permiso de Fénix.

En la sentencia CC, se ordenó al MEM reducir el área de explotación del permiso Fénix, lo que hizo este ministerio en abril de este año, reduciendo el área del permiso de 247,99 kilómetros cuadrados a 6,29 kilómetros cuadrados. . Luego de esta reducción, el área de influencia del permiso se ha reducido considerablemente y ahora incluye 35 comunidades en el área de influencia directa y 18 en el área de influencia indirecta, cuyos representantes participan en el proceso de consulta ordenado por el CC, que está a punto de completar el proceso de “preconsulta”.

Independientemente de lo que se resuelva, tanto con el estado de sitio como con la consulta, los grupos que utilizan la oposición a la minería formal como bandera para promover sus intereses seguirán usando este argumento y seguirán defendiendo este argumento oponerse al desarrollo minero en Guatemala.

Sigo argumentando que la mejor manera de resolver este problema, a largo plazo, es devolver la propiedad del sótano a los guatemaltecos, en lugar de quedárselo como “propiedad estatal”. Para ello no es necesario hacer cambios a la Constitución, aunque sería ideal, sino solo establecer un sistema de títulos de usufructo, similar al que opera en el campo de las radiofrecuencias, a fin de que las personas propietarias de las la tierra también tiene derechos sobre el subsuelo y puede negociar libremente y beneficiarse de ellos.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *