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Terra Amica (Terre Amicale) – Prensa libre

El próximo martes 30 de noviembre se presentará en el Club Italiano de Guatemala el libro Terra Amica (Tierra Amiga), una publicación de gran valor cultural no solo para los italianos y sus descendientes residentes en Guatemala, sino también para los guatemaltecos que deseen conocer más sobre la obra y la historia de este grupo que, desde la segunda mitad del siglo XIX, se instaló en nuestro país.

Un dato importante es que la emigración italiana a Guatemala se puede dividir en 3 oleadas: la primera fue pequeña, la segunda creó una colonia próspera y la tercera (contemporánea) alcanzó niveles máximos en nuestra sociedad. Fue durante la época del presidente Justo Rufino Barrios (1873-1885) cuando llegaron los primeros migrantes. Barrios hizo un viaje a Europa y estaba interesado en traer familias italianas al país, la mayoría agricultores atraídos por los espacios y los recursos naturales. En la segunda ola, comenzó una floreciente colonia italiana, promovida por José María Reyna Barrios (1892-1898). Este fue diferente al anterior, ya que en este grupo vinieron escritores, pintores, escultores, músicos y científicos, lo que dio origen a un movimiento artístico y arquitectónico de influencia italiana. La tercera ola tuvo lugar durante el gobierno de Manuel Estrada Cabrera (1898-1920).

La contribución de los italianos fue muy importante para Guatemala. Fueron pioneros en traer tecnología europea al país, incluidos los primeros coches que llegaron a nuestro país. Por nombrar algunos nombres, muchos italianos participaron en la construcción del Chemin de fer des Hauteurs; Entre ellos, Carlos Novella -según el historiador Dante Liano- participó activamente en su construcción y en la del puerto de Champerico. Pedro Ciani y Carlos Valenti fundaron los primeros cines. Dante Nannini fue el pionero de la aviación guatemalteca y Ricardo Bressani fue el inventor científico de la Incarina.

Aunque los lazos de amistad entre Guatemala e Italia se remontan a 1864, cuando se establecieron relaciones diplomáticas entre los dos países. Pasado y presente, este trabajo es un vínculo de amistad, para construir un futuro de bienestar y paz para todos. El libro aborda ampliamente las características de la inmigración italiana y recopila las principales noticias de un gran número de familias que han llegado al país. Asimismo, toma en consideración los diferentes ámbitos de sus iniciativas, desde la productiva-comercial hasta la cultural, religiosa, pastoral y social, de cooperación y voluntariado, para finalizar con un capítulo dedicado al aporte esencial de la mujer.

La idea de esta publicación se concretó gracias al apoyo de los Com.It.Es de Guatemala, en particular de su presidente Mario Gallio, del Ministerio de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional de Italia, del Instituto de Cultura Italiana. , la Societa Dante Alighieri y el Embajador de Italia, Paolo de Nicolo.

El aporte de la comunidad italiana en el país ha sido y sigue siendo muy importante en múltiples sectores, desde artistas y arquitectos, cuyas obras aún embellecen las calles de las principales ciudades del país, hasta emprendedores que, a través de un trabajo incansable y tenaz, han contribuido a su desarrollo económico. Los músicos que marcaron la época dorada de la ópera, los religiosos y los voluntarios que, motivados por la fe y la generosidad, se involucraron en innumerables proyectos con finalidad social. Por no hablar de todos esos hombres y mujeres que, incluso en el anonimato, han sido una presencia positiva que ha contribuido a una gran nación como nuestra querida Guatemala hoy.


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