El mayor desastre lo provoca la ignorancia - Prensa Libre

Urge condenar la satrapía nicaragüense – Prensa Libre

Se puede decir que la política exterior de Guatemala no se detiene, por el manejo inconsistente de la posición del país como un estado democrático, con plenas garantías ciudadanas y una ideología basada en las libertades que tanto han costado vidas y décadas de conflicto armado. El desacuerdo adquiere tintes de doble discurso cuando se cometen errores flagrantes, como abstenerse de votar, dentro de la Organización de los Estados Americanos, a favor de una resolución que pide la liberación de los presos políticos en Nicaragua, entre los que se encuentran candidatos presidenciales de la oposición. , críticos del sátrapa Daniel Ortega, y ahora, incluso, empresarios de alto perfil, todos señalados bajo cargos dudosos, con procedimientos oscuros cargados de jueces venales.

Esto es un error, porque prácticamente deja al gobierno de Giammattei Falla a favor de los métodos brutales de la dictadura nicaragüense para mantenerse en el poder, a pesar del rechazo de la mayoría de la población, por la supresión de alternativas políticas y la realización de una política. fraude electoral desde antes de que las urnas vayan a las urnas, ya que tales elecciones son inválidas, ilegales y absurdas en sí mismas.

No faltan los cánticos farisaicos del conviviente de Ortega que se atreve a invocar a Dios en sus absurdos, desde los asesinatos y represiones violentas de 2018 hasta el día de hoy. Es una estrategia populista y una retórica engañosa que busca desviar la atención de la corrupción, el despilfarro y el retraso en el desarrollo, con el apoyo de hordas de aduladores egoístas y corifeos pagados. Esta pareja autocrática debería recordar el final de los caudillos que se creían todopoderosos, como Nicolás Ceasescu en Rumanía o Benito Mussolini en Italia.

Siempre triunfa la dignidad, y la prueba es que a pesar de las siete abstenciones, se ha lanzado el llamamiento continental para la liberación inmediata de los detenidos. La justificación del Ministerio de Relaciones Exteriores es débil, argumentando que Guatemala ya se ha pronunciado en varias ocasiones sobre el régimen nicaragüense.

Ayer se supo que el régimen de Ortega le había otorgado la nacionalidad nicaragüense al fugitivo guatemalteco Gustavo Herrera, a quien le había otorgado asilo desde 2018 luego de su huida del país, cuando fue acusado de haber liderado una estructura de corrupción y lavado de dinero robado de Seguridad social guatemalteca. Instituto. Herrera está acusado de entrometerse y manipular las elecciones de magistrados, con el fin de secuestrar la justicia a su favor.

La Cámara de Industrias de Guatemala se pronunció ayer con contundencia contra la persecución a empresarios nicaragüenses por el simple hecho de haber cuestionado a Ortega. Desafortunadamente, este es un comportamiento dictatorial que se ha estado gestando durante años y se oscurece. Se construyó sobre la cooptación de los tribunales y el Congreso por parte de grupos criminales, así como la compra de testamentos, el mecenazgo financiado por Hacienda y los ataques a la libertad de expresión.

Es un error que el gobierno guatemalteco guarde silencio ante tanta indignación, a menos que los apruebe o, peor aún, busque un predominio similar, a base de comprar votos, repartir el botín. Presupuesto, el intercambio de favores con rancias figuras políticas y predominio en los tribunales. Ésta es la única explicación del silencio cómplice. Aún hay tiempo para enmendar y hacer una adenda a la declaración de la OEA, sumando el voto guatemalteco a la demanda no solo de libertad para los opositores, sino de elecciones libres y transparentes con observación internacional.


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