El mayor desastre lo provoca la ignorancia - Prensa Libre

Urge priorizar a la niñez – Prensa Libre

Cuando llega el ruido confuso de las elecciones, con todo y su marketing y discursos virales elaborados para todas las ocasiones, ya sean mítines maratonianos, luchas en foros o apariciones «espontáneas» pero advertidas en eventos públicos, el llamado al futuro de la infancia es una asignatura recurrente, un pretexto perfecto para prometer la transmutación de escuelas destartaladas, la modernización de la educación e incluso la digitalización de las aulas, así como bonificaciones infantiles, seguro médico, calzado gratuito y polideportivos que luego, como todas las ofertas anteriores, permanecen en la etapa de planificación, en oferta y, en el mejor de los casos, en obras aisladas sin ningún seguimiento sistemático posterior. Se ha visto, ha sucedido y por eso está registrado aquí.

Las ocasiones en que los aspirantes abrazan, besan, cargan o saludan a niños atónitos que no saben reaccionar o que les hablan son inevitables, claro … y si lo hacen, tal vez haya algunas líneas aprendidas para expresarles. esta persona, que llegará al gobierno será la primera y la última vez que la verán tan sonriente y afable. Cuando le denuncian desnutrición crónica y aguda, falta de recursos escolares o negligencia médica de menores, él responde de mala gana diciendo que nadie valora todos los logros de su administración. Lo hemos visto, ha sucedido y por eso lo estamos repitiendo aquí.

En otras palabras, la infancia ha sido abusada por gavillas de políticos para apelar al corazón de padres y madres a favor de un símbolo con motivo de una votación. Incluso distribuyen juguetes, sobre todo en los años preelectorales, porque es más barato que trabajar en serio por la infancia.

Hoy se conmemora el Día Internacional del Niño, ocasión anual en la que se exalta el valor de esta etapa de la vida como una exhortación a los gobiernos y sociedades a buscar mejoras en las condiciones de educación, salud, acceso a los servicios, armonía familiar, en definitiva, todo esto. indica un desarrollo integral para las generaciones que asumirán la recuperación productiva y administrativa de los países.

Guatemala tiene actualmente un bono demográfico impresionante: el 33% de la población total tiene entre 0 y 14 años, y si se incluye hasta los 24 años, esto equivale al 54% del total; es decir, una población eminentemente joven. Sin embargo, de millones de niños guatemaltecos, el 49% padece alguna forma de desnutrición y hasta la fecha no existe un plan sistemático, integral y de largo plazo, es decir, de varios gobiernos, que tenga como objetivo erradicar este flagelo. Es una vergüenza y una deuda que la clase política, encargada de la gestión del Estado, se endeude. No pueden culpar a nadie más que a los inicuos programas de oportunismo, cortoplacismo y miopía sectaria.

Es hora de cambiar de capítulo, de salirnos de las ridículas prioridades para afrontar la creación de una hoja de ruta nacional que garantice la nutrición, transforme la educación y favorezca la vigilancia preventiva de la salud. La pandemia ha aumentado la vulnerabilidad de los niños guatemaltecos en más de un sentido, debido a problemas económicos familiares, aumento de la violencia e ineficiencias en el sistema de salud. Por si fuera poco, para más de 10.000 de ellos, el covid-19 trajo la condición de huérfanos, sin que hubiera habido una sola acción gubernamental a su favor, salvo el amor de abuelos, tíos, hermanos, familiares o el padre sobreviviente. o madre, para afrontar una dura realidad que amenaza su futuro.


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