Vergonzosa demostración de patrocinio político

El mayor desastre lo provoca la ignorancia - Prensa Libre

Durante la agitada sesión plenaria del Congreso del pasado lunes, en la que finalmente se rechazó el estado de Calamidad, se evidenció la negociación de la votación en tiempo real, que está siendo sostenida por el presidente del Congreso, Allan Rodríguez, con diputados dispuestos a venderse al mejor postor de escaños impresentables, pero que Trató de preservar las apariencias, hablando en el celular de manera subrepticia, pero capturado por transmisiones de video realizadas por redes sociales, simultáneamente, por varios legisladores de la oposición.

La mayor evidencia de la maniobra sucia, que sin duda ha tenido lugar en ocasiones anteriores fuera de la vista del público, ha sido la excesiva demora en la que se llevó a cabo la votación en tercera lectura sobre el estado de Calamidad solicitada por el ejecutivo, que no contó con los votos necesarios pero Pasó de 57 iniciales a 70, luego 75 y 77, cerca de los 81 mínimos establecidos extraoficialmente por un Tribunal Constitucional que no escatima en la polémica al intentar allanar el camino al partido en el poder en las dos fallidas declaraciones de estados de excepción. .

Rodríguez, un representante elegido por Sololá y a quien sus electores deberían responsabilizar por su desempeño como diputado y presidente de la máxima representación popular, terminó ridiculizándose porque la correlación entre las llamadas telefónicas de apelaciones y los votos extra era notoria. quién sabe bajo qué tipo de ofertas, ventajas y concesiones se hacen a otros diputados venales, obviamente acostumbrados al favoritismo, favorece el tráfico y el cobro de facturas políticas a expensas del impuesto patrimonial de los guatemaltecos.

Los reclamos de algunos diputados se destacaron por su vehemencia mientras que otros, supuestos opositores, parecían solo esperar a ver hacia dónde apuntaba la veleta para sumarse al rechazo de la Calamidad o para montarla. Sin embargo, la ruptura de la alianza gobernante la deja solo con el apoyo incondicional de miembros de grupos partidarios al borde de la represión, solo apoyado por las demoras, también sospechadas, del Tribunal Supremo Electoral, presidido por un médico que no es médico. . quien fue elegido por tal alianza.

Finalmente, los 81 votos se unieron para declarar rechazada la Calamidad, cuyo decreto no cubría necesariamente las necesidades de equipos, insumos y personal planteados por los médicos del hospital. Si bien el Ministerio de Salud ha anunciado que no ejecutará ninguna de las compras realizadas durante el período de la excepción, otros ministerios han realizado adquisiciones de bienes ajenos a la emergencia real.

Una vez descartada la Calamidad, por su propia inviabilidad política y administrativa, por los raros resultados de anteriores estados similares, se produjeron berrinches, aprobaciones de culpa y digresiones hepáticas, que están lejos de generar confianza en un liderazgo serio y decidido. Este liderazgo no se trata solo de roles vacíos o la voluntad de robar una cámara, incluso si es un teléfono. El liderazgo auténtico debe ser ético y proactivo, ya que el Congreso redacta un posible proyecto de ley para permitir adquisiciones prioritarias para abordar la emergencia de salud y fortalecer la atención hospitalaria en todos los niveles. Ésta es la prioridad y no debemos perderla de vista. Cualquier otro objetivo en tiempos de emergencia es tan despreciable como intentar comprar votos en un foro de la ciudadanía.