Dime con quién haces negocios y te diré quién eres
La decepción, el disgusto y la indignación provocan la negativa del Ministerio de Educación a revelar los detalles del pacto colectivo negociado con el gremio docente que lidera Joviel Acevedo, oculto no solo al público, sino también al Congreso, la Contraloría General o la Fiscalía. de la Procuraduría General de la Nación. Para aceptar cientos de millones de recursos públicos pagados por todos los guatemaltecos, se esconden detrás de un acuerdo de confidencialidad potencialmente ilegal.
El mismo ejecutivo, que no tolera las críticas, que reacciona intransigente ante los interrogatorios, que reprime con brutal violencia las protestas ciudadanas pacíficas, se sienta informalmente a negociar beneficios económicos con un liderazgo venal que lleva cuatro décadas haciendo pactos de conveniencia con los gobiernos. deber: un abyecto canje de millones de quetzales del tesoro por apoyos en forma de protestas orquestadas para presionar a los congresos y, tácitamente, intimidar a los propios ciudadanos.
Estos apretones de manos entre Acevedo y los sucesivos dirigentes que se han transformado en carreras constituyen una verdadera afrenta para los guatemaltecos. Tales pactos, siempre opacos y siempre dañinos, explican la gestión acomodaticia de la educación pública nacional durante los últimos veinte años. Es este líder cuestionado quien impidió una auténtica reforma educativa, con un sistema eficaz de incentivos y sanciones, con evaluaciones de desempeño vinculantes de calidad y con un camino de profesionalización real. La prueba clara de su indiferencia hacia el sistema es el silencio sobre los casos de abuso sexual cometidos por docentes contra estudiantes, algunos ya condenados, pero aún contratados por el estado. Ni una palabra al respecto.
Acevedo declinó comentar sobre lo que se está negociando. Este tipo de conducta ya se espera de él, pero no de los profesionales de la educación y el derecho que laboran en la cartera que maneja el mayor presupuesto de todos los ministerios. Lo que se está renegociando es el pacto colectivo firmado en 2018 con Jimmy Morales, que ya era leonino, por lo que este proceso debe estar muerto hasta que se revelen las implicaciones y costos.
Cabe señalar que en 2008, la nefasta intervención de Acevedo en la educación pública podría haber terminado. El 8 de diciembre del mismo año fue despedido por la entonces ministra de Educación, Ana de Molina, por no presentarse a trabajar. Se ha seguido un procedimiento administrativo desde 2007 y, una vez agotado, el caso se lleva ante el juzgado laboral. El Poder Judicial, de hecho, aprobó el despido porque se comprobó la ausencia laboral en el colegio oficial mixto urbano el 20 de octubre, Morales, Izabal. Sin embargo, el Consejo Nacional de la Función Pública del gobierno de Álvaro Colom ordenó su reintegro. El líder docente fue defendido por Enrique Torres (fallecido en 2012), hermano de Sandra Torres, entonces esposa del Presidente de la República.
Hoy solo queda apelar al sentido común del presidente Alejandro Giammattei para que ya no vuelva a coincidir con el mayor escollo de la educación nacional, e instar a los docentes del país a armarse de dignidad, a valorarse y a reorganizarse para Saca a relucir este personaje aterrador en el contexto de una era pasada, obsoleta y amenazante. Entre los educadores, hay profesionales íntegros y con visión que pueden marcar la diferencia. Todo maestro debe mirar a sus hijos y estudiantes a los ojos y considerar si quieren heredar un futuro o más problemas en el pasado.