Se deben corregir fallas sistémicas de la PNC – Prensa Libre
Es sintomático que, desde hace semanas, se hayan reportado sospechas de permisividad policial con grupos de traficantes de migrantes e incluso posibles abusos por parte de agentes contra haitianos indocumentados y otras nacionalidades en el tramo fronterizo entre Agua Caliente y Esquipulas. Con la publicación de reportajes en Prensa Libre y Guatevisión que dan testimonio de estas prácticas, las deportaciones se multiplican, pero sobre todo desaparecen las patrullas estacionadas de manera caprichosa en esta vía, en los retenes desprovistos de las ocho tropas estatutarias. La remoción de estos puestos de registro sospechosos se hizo más evidente después del anuncio el viernes pasado de que la Inspección General había iniciado investigaciones para inferir responsabilidades, que no debían quedar en el anuncio, sino arrojar nombres, cargos y sanciones de corto plazo.
La Policía Nacional Civil (PNC) fue creada en 1998, con el objetivo de reprimir la antigua cultura de represión, arbitrariedad y discreción que infestaba a su antecesora, la Policía Nacional, que era guarida de cuerpos paralelos y comandos. De sicarios, cuyo Historia y atropellos Están ampliamente documentados incluso por sus propios comandantes, como lo demuestran los archivos que detallan la vigilancia, secuestro y ejecución de guatemaltecos en la década de 1980. La actual PNC.
En febrero de 2018, durante la época de Jimmy Morales, se produjo la decapitación de la dirigencia de la PNC, a pesar de los avances en la reducción de la violencia. Con el pretexto de «oxigenación», se nombró director a un ex agente de la Policía Nacional.
Desde entonces, ha habido varios directores y también retrocesos en los indicadores de seguridad. El más reciente de estos cambios fue la decisión del gobierno de reducir el período de capacitación en la Academia PNC. El plazo de 11 meses, insuficiente en sí mismo, se redujo a cinco meses y medio, supuestamente para agilizar la graduación de los oficiales. Tal medida, en nombre de la «seguridad», podría equipararse al hecho de que en nombre de los médicos de la salud se graduaron en tres años, o en nombre de los ingenieros de infraestructura se graduaron con el 50% de los cursos.
La gran pregunta es: ¿está buscando ser un agente o simplemente tener cientos de ellos para formar barreras estériles alrededor del Congreso durante días y días, en lugar de patrullar o realizar tareas de investigación criminal? La Policía Nacional Civil debe recuperar la autoestima y la mística del servicio. Para eso, debemos hacer que las condiciones en las que viven, duermen y trabajan en las comisarías sean dignas. También debe reestructurar sus operaciones redistribuyendo fuerzas y recursos con criterios de eficiencia y auditoría social externa de resultados. Requiere un liderazgo fuerte y profesional que esté plenamente identificado con las necesidades de la población y no del ministro en funciones.
La renovación policial exige un mayor respeto por la institución, sus valores y, sobre todo, los ciudadanos a quienes se debe. Finalmente, sobre el controvertido tema de los puntos de control, deben tener regulaciones y reportes de hallazgos en tiempo real; de lo contrario, asumen la dolorosa sombra de ser posiciones de exigencia que recuerdan a su extinto predecesor de uniforme azul.