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España rechaza unas elecciones «fraudulentas»: fueron «una farsa»

España no ha dado ni credibilidad ni legitimidad a los resultados de las elecciones presidenciales que considera «fraudulentas» y «una parodia», en las que el Consejo Supremo Electoral (CSE) otorgó a Daniel Ortega casi el 75% de los votos, durante su primer escrutinio el 7 de noviembre. .

Según un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, las elecciones no reflejan la voluntad real del pueblo nicaragüense, dado que Ortega privó al pueblo del libre y pleno derecho a ejercer su sufragio y subraya que, al igual que los países del La Unión Europea y buena parte de la comunidad internacional, coincide en que el proceso no contó con el mínimo de garantías democráticas.

«El Ejecutivo exige elecciones libres, justas, transparentes y concurridas que aseguren la participación de todos los nicaragüenses», se lee en el comunicado en el que pedían la liberación inmediata de todos los presos políticos y la cancelación del proceso judicial electoral.

Se refieren específicamente a 150 presos de conciencia, incluidos los últimos 39 presos en medio de la escalada represiva iniciada a fines de mayo durante el contexto electoral, con la que el régimen eliminó la competencia política. Entre las víctimas de las últimas detenciones se encuentran siete aspirantes a candidatos presidenciales, líderes cívicos, políticos y empresarios, la mayoría de los cuales el régimen ha acusado de «traición».

Nicaragua vive bajo un «régimen represivo»

El Ejecutivo español denunció el establecimiento de un régimen represivo, amparado por un marco legal represivo que cuenta con la complicidad de los poderes legislativo y judicial, bajo el control de Ortega, lo que explica la persecución de diferentes sectores en los ámbitos político, social, mediático y esferas económicas.

Afirman que esto ha llegado «al punto de prohibir los partidos de oposición, encarcelar a sus principales líderes y posibles candidatos, todos aún en prisión y privados de sus derechos procesales, y la consiguiente negación de su derecho a participar en partidos políticos. Elecciones claramente fraudulentas . ”.

Cependant, lorsque Ortega a réagi pour la première fois aux critiques internationales des élections, il a défendu la souveraineté du Nicaragua dans un discours à la radio et à la télévision, dans lequel il a attaqué l’opposition et les dirigeants que son système maintient en prisión.

España también condenó el cierre de medios críticos y denunció la negativa de entrada a corresponsales internacionales, incluido un equipo de Radio Televisión Española en la frontera con Costa Rica. También pidió el restablecimiento y garantía de los derechos fundamentales de todos los ciudadanos nicaragüenses y el fin de la represión y el acoso, al tiempo que ratificó su compromiso con la población con la donación de 1,7 millones de dosis de vacunas contra el Covid-19 a través del mecanismo COVAX.

Este artículo fue publicado originalmente en español en Confidencial y traducido por nuestro equipo.

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