Las TIC como herramientas para la búsqueda de personas desaparecidas – Prensa Libre
Durante los últimos siete días, el Sistema de Alerta Alba Keneth ha informado de la desaparición de 17 niños todos los días. Del 8 al 14 de noviembre se activaron 121 alertas y aunque mencionan que durante el mismo período localizaron a 39 menores, estos no corresponden a los que desaparecieron en ese momento.
En el caso de las mujeres adultas, la alerta de Isabel Claudina informa cada día de la desaparición de cuatro mujeres y aunque el 89% de las alertas están desactivadas, aún quedan 673 mujeres cuyo paradero se desconoce.
En este escenario, un grupo de piratas informáticos se ha unido para utilizar herramientas digitales que recopilan información pública para analizar los datos y convertirlos en información útil.
Estas tecnologías operan desde el ámbito privado, pero proponen que las plataformas que utilizan sean también utilizadas por los entes encargados de las investigaciones penales para aunar esfuerzos en la localización de personas, en particular niñas, niños y mujeres que ocupan el mayor porcentaje de desapariciones.
“Hay muchas tecnologías que no se explotan y en estos casos, las tecnologías de la información se convierten en una herramienta imprescindible para compartir información relevante y poder localizarla lo más rápido posible”, explica Armando Monzón del Instituto Nacional de Ciberseguridad.
Según Monzón, las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) son útiles por los momentos críticos de la sociedad y el ciberespacio.
Lo importante, dicen, es que en caso de desaparición, cuanta más información se comparte en las redes, más rápido se puede procesar. Algo básico son las fotografías claras que ayudan a hacer análisis de imágenes.
Imprenta digital
Pero algo importante también es el rastro que deja la persona en el ciberespacio y que se puede encontrar fácilmente gracias a la geolocalización.
Jorge Martín Vila, coordinateur de Missing Children Argentina, explique que la disparition d’une femme de 70 ans n’est pas la même que celle d’une personne de 16 ans, «l’empreinte digitale est très différente», explique-t -Él.
En el caso de los niños, las plataformas de juego en línea son útiles porque pueden dejar un hilo de información del usuario que comparten con el bebé.
Identificar los ciberespacios en los que se mueven las personas, los usuarios con los que interactúan y aquellos que reaccionan a las publicaciones de su desaparición que dejan información importante de la última vez que la vieron puede ser útil para localizar a alguien. Pero para eso, no solo necesitas tecnología, sino expertos que te ayuden a analizar toda esta información.
Ángel Salazar, experto en ciberseguridad, agrega que el motivo de su trabajo es ayudar a las gestiones de la Fiscalía y de la Policía Nacional Civil. “Sabemos que el diputado tiene informáticos, pero en la búsqueda de herramientas abiertas lo que se necesita son personas, que unamos fuerzas”, agrega.
Un bot que ayuda
Herber Orellana es un informático guatemalteco que creó @botaparece. Un bot es un programa de computadora que realiza tareas automáticas a través de una cadena de comandos.
Este bot ha estado ayudando a difundir información sobre personas desaparecidas a través de Twitter desde 2020 debido al aumento de alertas que se activaron durante la pandemia.
“He visto una tendencia de que las personas con seres queridos desaparecidos son las que más comparten alertas y eso nos da una conexión entre los usuarios y las personas desaparecidas y eso nos ayuda a rastrear a sus seguidores. No sabía los motivos de su desaparición, esta información se puede utilizar ”, dice Orellana.

Este bot se activa usando las etiquetas #AlertaIsabelClaudina #AlertaAlbaKeneth #botApareceGT en la publicación de un tweet. Con filtros que se han puesto en marcha para evitar información falsa o contenido pornográfico, Orellana espera que esta red sea una herramienta social más activa y que también se convierta en una plataforma de localización de hombres adultos que no tienen alerta específica como es el caso de niños y mujeres.
«Hay que entender que la comunidad hacker es muy diferente a la delincuencia, somos personas curiosas e interesadas en la información», concluye Martín.