Poeta, investigador, ensayista y promotor cultural

Poeta, investigador, ensayista y promotor cultural

I

Para Wilfredo Espinoza Lazo, la canonización llegó demasiado pronto, apenas tenía veintisiete años. Los primeros en destacar su labor como investigador son Ricardo Pasos Marciacq y Guillermo Rothschuh Tablada. Ambos hicieron esto para resaltar su entrega primordial: Lovigüisca y los primitivos Chontales (2005). Sin emprender una peregrinación intermedia, comenzó a escudriñar textos y folios, revistas y periódicos, para salvar la historia de la ciudad originaria de Santo Tomás. Se pusieron en contacto con sus aborígenes, fieles testimonios de sus antepasados, para remontarse con mucho gusto. Una tarea ciclópea. Tuvo la audacia de proponerse la tarea sin más recursos que su propia inspiración. Mayor mérito para quienes quisieron escribir una obra fundacional. Imprescindible y fructífera.

Un novelista y un poeta midieron su peso en oro. Las noches de insomnio no cuentan para aquellos que se desviven por asegurarse de que la historia de su gente no pase desapercibida. No importa cuánto esfuerzo tengas que hacer. Ve a los manantiales a beber de sus aguas y vuelve con un libro bajo el brazo. En un país donde la mayoría de los escritores e investigadores no tienen suficiente ayuda, especialmente los más jóvenes, tuvo el coraje de saltar al mar, nadar contra la corriente y cruzar al otro lado. Solo quedó satisfecho cuando pudo editar su investigación con sus pocos recursos. Tenía todas las razones para estar orgulloso y orgulloso de la gente de su país. Su historia, la verdadera, la había salvado uno de los suyos. Un nacimiento luminoso.

En su valoración, Pasos Marciacq, señala acertadamente que Espinoza Lazo no solo se quitó los velos de nuestra historia, se puso de pie para ofrecernos otra forma de ver los hechos. Destaca su visión totalizadora. No contento con documentos históricos, utilizó la antropología, la etnografía, la arqueología y la geografía humana. Mientras nos embarcamos en esta odisea, «El autor se arriesga y propone hipótesis de trabajo con toda prudencia y responsabilidad». No puede ser diferente. Estas peculiaridades convierten tu pedido en algo especial. El contraste que hace Espinoza Lazo con otros historiadores pretendía rectificar los hechos y confirmar los hallazgos. Propone unir lo disperso, darle una fisonomía más lograda y esculpir su rostro.

Más categóricamente, Guillermo Rothschuh Tablada, anuncia alto y claro que estábamos antes del nacimiento de un nuevo historiador en Chontales. Sin miedo a los chismes insulsos, con el espíritu de su genio, afirma que «Wilfredo Espinoza Lazo es el intelectual más completo que tenemos hoy». No lo afirma por gratuidad o conveniencia. Lo dice para enfatizar que estamos frente a un cien por cien intelectual chontaleño. Sabes lo que dice. Rothschuh Tablada se preocupó por seguir las diferentes facetas literarias de Wilfredo. Certifica que es el intelectual más consecuente, disciplinado y desdichado. En Espinoza Lazo hay una búsqueda constante de nuevos horizontes culturales. Wilfredo supo verter «La caída del sudor de las sílabas».

Las incursiones en el mundo del ensayo, el cuento, la poesía y su nobleza para dar a conocer a los escritores, académicos, profesores, poetas, ensayistas y cronistas de Chontales, son todas venas ricas para escudriñar a las distintas personalidades que hacen el prestigio de Chontales. En esta dedicación a los demás, haciendo todo lo que está a su alcance, para darlos a conocer o reconocer por sus creaciones, Espinoza Lazo terminó convirtiéndose en su locutor no oficial. Esta faceta lo magnifica y lo coloca en primer lugar, en sus intenciones para que la chontaleñidad se arraigue y se profundice. Coloca al chontaleño como objeto de culto, basado en la importancia de quienes han logrado espigar la inmensidad de los llanos, sierras, pueblos y ciudades de la provincia de ganado.

El poeta e historiador Omar J. Lazo y el poeta Erick Aguirre Aragón, destacan sus grandes cualidades como historiador. Otra forma de comprobar que Espinoza Lazo fue canonizado cuando apenas comenzaba a irradiar sus múltiples voces. El poeta Lazo coincide con Marciacq y Rothschuh Tablada. En su valoración del segundo volumen de La historia de Santo Tomás de Lovigüisca (2012), considera inevitable subrayar su origen chontalense. En su afán de comprender el vasto universo poético-cultural de Wilfredo, Lazo se detiene a hacer balance de su propia carrera. Con justa admiración, abarca toda la obra de Espinoza Lazo. Alude al poeta y al historiador, y a su condición de lector devoto. Un maravilloso recorrido por todas sus creaciones.

El ensayista y crítico literario Erick Aguirre Aragón se mostró encantado de leer la obra iniciática de Espinoza Lazo. Él te llama de manera proverbial: «El perro de Lovigüisca». En el análisis del primer volumen de Lovigüisca y los primitivos ChontalesNo contento, busca encontrar un equilibrio, incluyendo su extensa obra literaria en su valoración. Aguirre Aragón está convencido de que la obra poética de la madurez de Wilfredo está contenida en Poemas de carne y hueso. «Un poemario inconfundiblemente Vallejo … pero los hombros sobre los que se aleja de tal influencia pueden haber sido los de Rothschuh Tablada y Pablo Antonio Cuadra». Dos corrientes literarias de las que Espinoza Lazo supo aprovechar para imponer su impronta chontaleña en su poesía. Tu propia voz y estilo.

II

El posmodernismo ha hecho todo lo posible por escribir historia y ensalzar el individualismo. En este negocio, lo que vale la pena mencionar para ellos es la vida de las personas. El trabajo no es tan importante como su biografía. Algo que el poeta Pablo Antonio Cuadra (PAC) rechazó y cuestionó. Los jóvenes acudían a PAC para preguntarle dónde nació, de dónde venía y quiénes eran sus padres. Muy pocos se enteraron de su creación literaria, que para PAC fue el motivo de su vida. Contra la voluntad de los posmodernistas, Wilfredo Espinoza Lazo investiga la historia contemporánea, luego desciende obsesionado con las raíces de la historia pasada y presente de Santo Tomás. Desde 1998 se embarca en un viaje histórico-cultural en ambas direcciones que aún no ha terminado.

En esta encrucijada, donde la historia se niega a estropearse, la conjunción de los dos volúmenes sobre la historia de Lovigüisca y la fundación de la Museo Comunitario LovigüiscaEstas son dos realizaciones del mismo sueño y un objetivo. Tomasinos sabe mejor que nadie que la fundación del museo representa un hecho histórico sin precedentes en toda Nicaragua. Muy pocas personas dedican su tiempo libre a emprender el desarrollo y consolidación de una iniciativa de relevancia nacional. Sus acciones establecen estándares para arqueólogos y coleccionistas de todo el país. Otras personas podrían hacer lo mismo. Cada una de nuestras ciudades tiene mucho que mostrar al respecto. Ojalá se emule este ejemplo. Hay muchas razones para hacer algo similar.

Miembro de la junta directiva del Museo Comunitario de Lovigüisca. Foto cortesía

Fiel al curso trazado hace veintitrés años, Wilfredo continúa apegado a la nutritiva ubre de sus antepasados. El museo se apoya con la ayuda de decenas de personas que aprecian la importancia de tener una institución que preserve y analice sus orígenes. Su apoyo hizo posible su creación. La suma de voluntades es halagadora. Sin la obra de los tomasinos, encabezados por Espinoza Lazo, el Museo Comunitario Lovigüisca no sería una realidad. El mismo entusiasmo y dedicación lo demuestran Gladys Luna Mena, María Luisa Zepeda Lacayo, Nahujany Molina Sobalvarro, Ricardo Boza Sánchez, Lener Rivas Morales, Mel Agustín Sequeira León, Shirlle Jirón, María Luisa Espinoza, Arlen Luis Martínez y Javier Tenoroza.

Las últimas creaciones de Espinoza Lazo iban en la misma dirección, gente humilde y trabajadora, representantes de la identidad de su pueblo, entraba en su fluir poético. Siguiendo a Pablo Neruda, uno de sus muchos maestros, canta para los queseros de Santo Tomás. El poeta chileno en sus Odas elementales (1954), lo hizo con la cebolla. La fuente Tomasina se identifica en toda Nicaragua por el sabor y la calidad de sus quesillos. En las disputas culinarias, aquellas disputas entre habitantes de diferentes pueblos del país, sus quesillos son considerados los mejores, con el perdón de los queseros de La Paz Centro y Nagarote. Los Tomasinos se enorgullecen de hacer los quesillos más codiciados de toda Nicaragua. Una fama bien merecida. Hacen todo lo posible para satisfacer nuestros gustos.

Con la intención de salvar la personalidad de Mariano Miranda Noguera, los directivos de la Museo Comunitario Lovigüisca, le pusieron su nombre a una habitación. Son los primeros en tomar la delantera en Chontales y salvar del olvido la memoria de Miranda Noguera. Su relación con la cultura autóctona. Una forma de hacer justicia a quienes han dedicado gran parte de su vida al estudio de Chontales. Es uno de los fundadores de la Museo Arqueológico Gregorio Aguilar Barea. En Juigalpa, dejó su huella entre los cientos de estudiantes que tuvieron la oportunidad de recibir sus enseñanzas. Un docente que se ha identificado con cada uno de sus alumnos. Cuando lo buscamos, estaba listo para ofrecer su consejo y asumir la responsabilidad de las consecuencias de nuestras acciones juntos. Un maestro líder.

Sala arqueológica dedicada a la memoria de Mariano Miranda Noguera, antropólogo, fundador del museo arqueológico Gregorio Aguilar Barea y último presidente de la Federación de Maestros de Nicaragua (FSMN). Foto cortesía

¿Dónde mejor para apreciar el compromiso del escritor chontaleño Wilfredo Espinoza Lazo? ¿En su inquebrantable dedicación a la escritura de poesía que tiene sus raíces en tierras chontales? ¿En tu investigación sobre el origen de la ciudad de Lovigüisca o en la fundación de un museo comunitario que, poco a poco, ha ido forjando vínculos que unen pasado y presente? Multiplicarse para entregarse a los mares ha sido una constante en el transcurso de un escritor, que no quiere agotar sus energías en el acto creativo. Su labor como ciudadano es ejemplar. Se extiende y pasa por Chontales. Mientras pule su estro, va y viene en una confusión sin fin. Espinoza Lazo asegura que los chontaleños sienten con igual intensidad el entrañable amor que profesa por su tierra. Un gran desafío.

En un impulso esperado, Wilfredo proclama que Santo Tomás es / comienza / nuevos caminos / otro órgano de mi cuerpo. No satisfecho, con la licencia de Witman, siente a Santo Tomás en cada partícula, / en sus calles o arterias, / en su historia y nuestra historia, / en los campos, en sus charcos, / en sus amaneceres, / en las manos que la destruyen, / en las manos que la aman / y en las manos / que le sirven. Codicia absolutista. Quiere fusionarse, fusionarse con su pueblo, formar un solo cuerpo. Una sola entidad. Sientes que el aire que respiras tiene un sabor más saludable si proviene de tu ciudad. Todos sus sentimientos están subordinados a su amor por Santo Tomás. Una ternura puesta en la poesía, inconsciente de los juegos retóricos, para que el pueblo pueda apropiarse de ella. Escribe para ellos. Son los guardianes de su creación.

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