Ética en la gestión pública

Ética en la gestión pública

«[…] la confianza y credibilidad depositadas por los ciudadanos debe ser el instrumento de una perfecta gestión pública «

La ética en el servicio público es una herramienta fundamental para capacitar al personal que ocupa cargos dentro del Gobierno, y estos deben ser como burbujas, transparentes, para que se vea lo que está adentro; Este es un argumento ineludible, dados los reveladores hechos de la crisis en la que se encuentra la administración pública.

Estos actos y conductas inapropiadas, contrarias a la ley, demuestran la verdadera intención de quienes actúan en contra de los valores éticos y morales del servicio público panameño. Sin embargo, en la actualidad, el Gobierno se ve afectado por las denuncias de actos de corrupción de algunos de sus agentes, por su conducta inapropiada y actos ilícitos, en lo que a la empresa le preocupa que estas personas no sean sancionadas por sus delitos.

Por ello, destacamos que la gestión pública, cuando se planifica, debe «regenerar valores éticos», para lograr cambios en la sociedad, cambios que reflejen la gestión del sector público, donde destacan los principios de legalidad y eficiencia en el servicio. . En consecuencia, indicamos que en dos años en este Gobierno, los distintos medios y redes sociales cuestionan los supuestos actos de corrupción cometidos por ciertos funcionarios.

Este gobierno no solo se ha visto envuelto en corrupción o escándalos por falta de ética, sino que los gobiernos de los últimos cinco años han sido investigados, y cada uno de ellos ha tenido su escándalo a nivel nacional e internacional; por tanto, la corrupción de los funcionarios públicos es global, según publica Transparencia Internacional, además de percibir que la corrupción es como el cáncer de los gobiernos.

Los antiguos griegos consideraban que para ocupar un cargo público debían cumplirse tres condiciones: la capacidad para ocupar un cargo, la lealtad a la Constitución, la virtud y la justicia. Si el funcionario tomara estos elementos para orientarlo en su vida profesional, no se dejaría llevar por pasiones ilícitas y esto le permitiría aplicar bien el marco regulatorio existente y desarrollar un modelo de integridad, transparencia, rendición de cuentas y buen gobierno.

Por tanto, los servidores públicos deben ser un ejemplo de comportamiento ético y moral, también deben reflejar la forma en que los ciudadanos recuperan la confianza en las instituciones estatales. Sin embargo, esto no es suficiente para frenar la corrupción, lo fundamental es la educación, los valores y los principios de cada individuo para lograr la ética global.

Juntos, instamos a los servidores públicos a adoptar un principio sólido que motive sus acciones por el bien colectivo, como dice el proverbio oriental: «Toma de una vez por todas una regla de que vivas y adhiérete a ella toda tu vida». Sin duda, obtendremos buenos gobiernos que actúen con excelencia y calidad, con el objetivo de lograr el bien de la comunidad política; Sin embargo, hoy se le acusa duramente de actos de corrupción en sus acciones abusivas.

Como reflexión final, uno de los principales retos de esta administración es concienciar sobre la importancia de mejorar la actitud para el bien del servicio público, incorporando cualidades éticas en la vida de los servidores, especialmente de aquellos que han vivido sin principios ni valores. ética; al mismo tiempo, neutralizar los supuestos escándalos de corrupción, y que el poder y la discreción no deben ser argumentos suficientes para tomar decisiones que violen la ética en el gobierno nacional; por el contrario, la confianza y credibilidad depositadas por los ciudadanos debe ser el instrumento de una perfecta gestión pública.

Juntos, trabajemos por la paz y la convivencia pacífica.

Abogado, docente, mediador.